Para los cristianos, las
revelaciones de Dios concluyeron con la muerte de San Juan, autor de Apocalipsis. Pero, eso no quita que de
vez en cuando la gracia divina, según ellos, se manifieste para recordar su
mensaje de salvación.
Una vez que hemos metido las
narices en el fenómeno alienígena con tintes católicos, me pregunto, ¿qué
crédito puede dársele a una entidad que es incoherente; que atemoriza a la
gente y juega a placer con su emotividad; que usa a niños analfabetos como sus
portavoces? Absolutamente ninguno.
Sus manifestaciones no son
didácticas. La reaccionaria María que se aparece es todo lo opuesto a una madre
que enseña. Es la victimista amedrentadora que hace uso, para sus propios
fines, del carácter carismático que sus seguidores atribuyen en una madre celestial.
Quiere conversiones en masa
a base de superchería. Ansía que todo el mundo doble el espinazo ante el Obispo
de Roma.
Y no debe extrañarnos.
Después de todo, el Cristo que las apariciones marianas llaman hijo doliente por los pecados del mundo,
no es Jesús de Nazaret, sino el Jesucristo católico que exige el regreso al
redil.
Un Jesucristo que -al
parecer- ha sido perfectamente representado por sus vicarios, puesto que los
entes marianos evitan cualquier crítica que ponga en entredicho la labor del
clero.
Otros asuntos más importantes
requieren la atención de la
Señora : Quiere que el dinero de sus santuarios sea para la
majestad de las procesiones en su honor. Quiere cruz, culpa y, tal vez, energía…
De esta manera se entiende que la entidad que se aparece en Fátima, pida a los
tres niños que se provoquen dolor físico. Por no hablar del incalculable daño
moral que les causa toda la experiencia.
En La Salette , Francia, 1846, el
ente que se aparece a dos niños pastores se queja de que la gente no acuda a
misa los domingos, ni cumpla con la Cuaresma.
La Virgen se les muestra llorosa, diciendo que, o bien hay
sacrificios, o no podrá frenar por más tiempo la ira de Jesucristo contra el
mundo. La solución: rezos.
Sobre todas las cosas, se deben realizar
sacrificios que acentúen el arraigo -en la psique- del sentimiento de culpa.
El Papa Pío IX recibió por
escrito unos mensajes secretos que la
Virgen de La Salette había
pedido que se transmitieran exclusivamente al Vicario de mi Hijo, el Santo Padre, como ella lo llamó. Huelga
decir que Pío aprobó las apariciones y se construyó una basílica.
Conversión, oración y
penitencia, son los tres propósitos del ente que se aparece. Desea que el
devoto establezca un lazo íntimo, afectivo, con él; el ente, ya sea caracterizado de Virgen, Cristo Cósmico
o extraterrestre del espacio exterior, siempre sigue el mismo guión.
La Virgen desea que se le
pida. Pero, cuidado con lo que se le pide. No está permitido solicitar una
mayor comprensión de los misterios. ¡No!
En cambio, se le debe
suplicar, desde la humillación y la culpabilidad propias de una mísera criatura,
que a veces osa creer que merece la misericordia divina, por el perdón de los
pecados propios y ajenos. Se le debe orar sin descanso -con sentimiento de
bicho insignificante-, esperando lograr que la justa cólera del Padre no se
desate.
El alienígena que se
identifica a sí mismo como la Virgen María,
se aparece en Los Villares, Jaén, España, diciendo que el agua curará a muchos
creyentes, pero a otros no; se entiende que dependerá del grado de entrega del
interesado. Sus fieles se arrodillan y besan la roca sobre la cual se apareció
la entidad, mientras la testigo-portavoz anuncia guerras y demás desgracias que
hacen temblar a los creyentes.
Por cierto, como no podía
ser de otro modo, la Virgen
remarca la inferioridad de las mujeres frente a los varones, precisando que éstas
deben cubrirse la cabeza con un pañuelo.
Ante todo lo expuesto, no me
parece descabellado pensar que para los alienígenas, nosotros signifiquemos lo
mismo que el petróleo para Repsol o ExxonMobil.
De hecho, la encarnizada
lucha que las grandes corporaciones del gas y el petróleo llevan a cabo, por
hacerse (sin escrúpulos) con la teta de los combustibles fósiles en lugares de
creciente tensión mundial, podría ser una derivación de la explotación llevada
a cabo por los titiriteros del mito sobre nuestra dimensión. Nuestro arcaico
sistema necesita de la energía subterránea para no desmoronarse; el de ellos,
posiblemente, necesita de nuestra energía para persistir.
No obstante, hay una
diferencia sustancial entre ellos y nosotros: mientras que el hombre realiza
prospecciones, exploraciones del subsuelo, en la compleja búsqueda de
yacimientos que explotar, ellos, los alienígenas, saben muy bien por dónde ha
de comenzar la empresa.
Cuando la Virgen se aparece al indio
Juan Diego en 1531, cerca de la ciudad de México, sabe a quién está eligiendo
como privilegiado portavoz. Los creyentes consideran que la elección de la
Señora es un modo de reconocer la dignidad de todos los indígenas americanos. Mi
opinión es otra.
Su elección no es sino un
medio de facilitar la conversión masiva de los millones de indios que se verían
reflejados en Juan Diego. Los datos hablan por sí solos: ocho millones de
conversos en los seis años posteriores a los eventos que dieron origen al culto
a Nuestra
Señora de Guadalupe.
De hecho, el mensaje del
alienígena consiste en reclamar que en el lugar de las apariciones, Cerro de Tepeyac,
se le construya un templo, exactamente sobre el altar de una deidad femenina de
la que los nativos eran seguidores… Mito que se superpone a un mito anterior.
Cuando a finales del siglo
XX el catolicismo entra en declive en México, la santificación de Juan Diego
(2002) es una estrategia que pretende frenar la huida de fieles a otras
confesiones. Después de todo, el indio católico es todo un modelo de sumisión.
Todo lo contrario que Óscar
Arnulfo Romero (1917-1980), arzobispo de San Salvador, que no era del gusto
vaticano, asesinado por el poder ultraderechista mientras denunciaba las
sistemáticas violaciones de los derechos humanos en su país. Roma lo quería
acallar, pero él no hizo caso y eligió el sendero de la dignidad.
Un último ejemplo de cómo el
mito se renueva: Al mismo tiempo que -en París, 1830- la monja Catherine
Labouré recibe la aparición de la Virgen
María , en Estados Unidos se publica el Libro de Mormón, recopilación de relatos (en los que aparece Jesús
resucitado) que pretende legitimar la instauración de una nueva iglesia de
masas.
El origen del Mormonismo está en John Smith Jr.
(1805-1844), quien dice recibir la visita de Dios Padre, Jesús, algún que otro
apóstol, y un ángel que se hace llamar Moroni, principal adoctrinador del
fundador. La iglesia levantada por Smith es un claro ejemplo de cómo una
manifestación sobrenatural relativamente reciente, es suficiente para crear una
nueva corriente del mito. Actualmente, los más de diez millones de miembros de la Iglesia Mormona se reparten por
todo el mundo, siendo la cuarta confesión más numerosa de EEUU.
Conversión… La exaltada
defensa emocional que hacen los participantes de una experiencia religiosa,
pública y colectiva, no difiere, en la esencia, de la que hacen los aficionados
a la tauromaquia, los forofos de un equipo de fútbol, o los patriotas frente a
su bandera o himno.
Imagino que el secreto está
en el cerebro, donde se produce alguna reacción química que no distingue entre la
irracional emoción provocada por un evento deportivo, o la desaforada agitación
que sufre un fan ante su ídolo, de la turbación que vive un creyente en plena
experiencia religiosa, pública y colectiva. Digo bien, religiosa, no
espiritual.
Una de las muestras más
recientes de fervor religioso lo tenemos en Civitavecchia, Italia, donde una
estatua de yeso de la Virgen
llora sangre en más de una docena de ocasiones, desde 1995. Desde entonces, miles
de peregrinos se acercan semanalmente a ella para recibir bendiciones.
Curiosamente, la talla había
sido traída de Medjugorje, localidad bosnia que representa el modelo perfecto
de las teofanías herederas de Fátima.
Las apariciones de la Virgen en
Medjugorje comienzan en 1981, como continuidad de los prósperos eventos
protagonizados por Lucía do Santos. El mensaje se reduce a lo siguiente: Queridos hijos, ofrezcan novenas (actos
de devoción por nueve días), haciendo
sacrificios a los cuales ustedes se sientan de lo más dispuestos. (…) Hagan un
esfuerzo por venir cada vez en mayor número. (…) Consideren cuánto sufre mi hijo
todavía hoy, a causa de sus pecados. (…) Estos días han estado orando poco y
trabajando mucho. Por tanto, oren. (…) ¡Queridos hijos!, en estos días, Satanás
está tratando de obstaculizar mis planes. Oren para que su plan no tenga éxito.
(…) Oren lo más posible. Que ayunen estrictamente los miércoles y los viernes;
que recen cada día, cuando menos el Rosario completo (…) Especialmente en estos
días, vayan al monte y oren al pie de la cruz. Yo necesito de sus oraciones.
(…) Porque el mundo está en pecado grave, recen el Rosario cada noche. (…) Cada
familia debe orar unida y leer La
Biblia (…) Abandónense totalmente a mí (…) Ustedes olvidan
que yo deseo de ustedes sacrificios para ayudarlos, y para alejar a Satanás de
ustedes (…) Si ustedes oran, Satanás no podrá hacer nada contra ustedes (…)
¡Oren! Que el Rosario esté siempre en sus manos como signo para Satanás de que
ustedes me pertenecen (…) Dense cuenta que la iglesia es la Casa de Dios, el lugar donde
yo los reúno (…) Vengan y oren (…) Las iglesias son sagradas y merecen respeto,
porque Dios vive en ellas día y noche (…) Yo los invito a todos ustedes,
queridos hijos, a orar y a ayunar con una firmeza aun mayor. Yo los invito a
una renunciación por nueve días, a fin de que, con su ayuda, lo que yo quería que
se realizara por medio de los secretos que comenzaron en Fátima, pueda
cumplirse…
Incluso los clérigos más
reticentes ante la sobresaliente dimensión otorgada al fenómeno de las
apariciones marianas, que defienden que la revelación de Dios al hombre ya fue
dada a través de Jesucristo, lo justifican como una gracia divina que fortalece
la fe de las gentes.
Obviamente, un intermediario
oficial de Dios debe sentir algún recelo cuando un ente divino lo ningunea y habla directamente al populacho, poniendo
en peligro su estatus. No teman los pastores de la iglesia, la Señora alienígena siempre trabaja
para el equipo.
¿Es carta de autenticidad
divina el que se hayan producido curaciones? Absolutamente, no. Desconocemos en
qué medida la acción mental del individuo afectado por una dolencia interviene
positivamente en su propia sanación.
Dicho esto, huelga decir que
toda sanación implica la acción de un determinado conocimiento científico; no
se trata de una actividad necesariamente divina, por muy sobrenatural que esa
intervención llegara a ser. Sin ir más lejos, nuestros doctores sanan dolencias
que antes eran incurables, y no por ello se levantan capillas en su honor.
Tenemos el interesante caso
de un contacto ovni en la
Francia de 1968, precisamente en la persona de un médico,
herido en la pierna tras un accidente sufrido tres días antes.
Era de madrugada y se
despertó al escuchar los gritos de su hijo de algo más de un año de edad. El
bebé señalaba a la ventana, pero el doctor creyó que aquellas luces que llamaban
la atención del pequeño eran simples relámpagos. Más tarde se asomó a otra
ventana y descubrió que allí afuera había dos objetos discoidales (hasta que
ambos se fusionaron en un solo disco), emitiendo una potente luminosidad que
envolvió la casa con rayos de luz. Seguidamente, el aparato despegó hacia el
cielo. La herida de la pierna del doctor desapareció esa misma noche. Días más
tarde ocurrió lo mismo con las heridas sufridas durante su estancia en la
guerra de Argelia.
Del mismo modo que hay episodios
de sanación física en ambos fenómenos –el religioso y el ovni-, las consecuencias
físicas derivadas de la exposición a un evento y otro son muy similares.
El Dr. Vallée nos cuenta que
en julio de 1965, en Valensole, Francia, un campesino llamado Maurice Masse se
dirige al alba a trabajar sus tierras, cuando observa que allí hay un objeto
extraño con forma de balón de rugby (sobre siete patas) y el tamaño de un coche,
junto al cual hay dos hombrecillos cabezones, calvos. Los extraños lo apuntan
con un pequeño tubo y Masse queda paralizado por unos veinte minutos, aunque se
mantenía consciente de todo lo que acontecía. Los dos entes entran en su nave y
despegan velozmente. Las consecuencias directas de este episodio en el testigo
no se hicieron esperar: semanas de intensa somnolencia que impedían a Masse
permanecer despierto por más de cuatro horas.
En Aveyron, Francia, allá
por 1967, un muchacho se acerca en su coche hasta el lugar en el que vio
aterrizar una extraña nave. Una vez allí, dos esferas de pequeño tamaño entran
en su vehículo. Por si esto fuera poco, advierte la presencia de un ovni
discoidal con dos seres en su interior. Una semana después de este episodio, el
testigo cae en una profunda somnolencia que le obliga a dormir unas veinte
horas diarias.
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