viernes, 9 de agosto de 2019

"Secuestros Alienígenas", por Dr. John Mack (V)


FENOMENOLOGÍA
¿Qué nos dicen los secuestrados?

El resumen de la fenomenología conocida es lo que sigue, y se desarrollará más detalladamente en los ejemplos de casos.

¿CÓMO COMIENZAN LAS EXPERIENCIAS DE SECUESTRO?

Los encuentros de secuestro comienzan de manera más habitual en el hogar o cuando las víctimas están conduciendo sus vehículos. En algunos casos, los experimentadores pueden estar dando un paseo por la naturaleza. Una mujer informó haber sido llevada cuando estaba en su motonieve en un día de invierno. Los niños han experimentado ser tomados de los patios del colegio. El primer indicativo de que un secuestro comienza a llevarse a cabo puede ser una inexplicable luz azul o blanca que inunda el dormitorio, un extraño zumbido o canturreo, un miedo sin motivo aparente, el sentir una inusual presencia o incluso la visión directa de uno o más humanoides en la estancia y, por supuesto, el avistamiento cercano de un extraño aparato.

Cuando un secuestro comienza durante la noche o, como es común, durante las horas tempranas de la mañana, el experimentador puede ser que crea que está viviendo un sueño. Pero un prudente cuestionamiento le revelará que no está, en absoluto, dormido o que la experiencia comenzó estando consciente después de despertarse. En ese comienzo, el secuestrado puede vivir un sutil cambio de conciencia, pero este estado parece ser tan real o incluso más que el estado normal. Algunas veces sucede que hay un momento de shock o tristeza cuando el secuestrado descubre en su primera entrevista, o durante una sesión de hipnosis que lo que sintieron como un confortable sueño era, en realidad, una vívida, extraña y amenazante experiencia que pueden recordar ha ocurrido repetidas veces y para la cual no tienen explicación. Después del contacto inicial, el secuestrado es comúnmente puesto a “flotar” (la palabra más usada) y atraviesa las paredes o las ventanas de la casa, o a través del techo del coche. Habitualmente se espantan al descubrir que han atravesado objetos físicos, experimentando sólo una ligera sensación vibratoria. En la mayoría de los casos un rayo de luz parece server de vía o rampa para transportar al secuestrado desde el lugar de comienzo hasta un aparato que lo espera. Usualmente, el experimentador está acompañado por uno, dos o más seres humanoides que lo guían hasta la nave. En cierto punto al comienzo de este proceso, el experimentador descubre que él o ella ha sido entumecido o completamente paralizado por el toque de una mano alienígena o por medio de un instrumento portado por uno de ellos. Puede ser que el secuestrado todavía pueda mover su cabeza, y habitualmente puede observar lo que está sucediéndole, aunque frecuentemente cierran los ojos, pretendiendo negar o evitar la experiencia. El terror asociado al verse desamparados se mezcla con la espantosa naturaleza de toda la extraña experiencia que están viviendo.
Cuando los secuestros dan comienzo en el dormitorio, el experimentador puede que inicialmente no vea la nave alienígena, que es la fuente de la luz que observa y se encuentra fuera de la casa. Los ovnis varían en tamaños, desde unos pocos metros a varios cientos. Son descritos como plateados o metálicos y con forma de puro, platillo o domo. Fuertes luces en blanco, azul, naranja o rojo emanan de la base de la nave, que aparentemente funciona con energía de propulsión; también se observa salir la luz de las aberturas con forma de claraboya que rodean al aparato. Tras haber sido sacados de la casa, los secuestrados es común que vean una pequeña nave que podría estar elevada por largas patas. Al principio son llevados dentro de la nave, que se elevaría hasta otra mayor, una nave nodriza. En otras ocasiones, los secuestrados experimentan ser llevados directamente a través del cielo nocturno hasta la nave madre que estaría suspendida sobre la casa, de la que ven que dramáticamente se alejan. A menudo, el secuestrado, a este punto o posteriores, tratará de resistirse, lo que les permite sentir que no es una simple y pasiva víctima de la situación. (…) Hay pequeñas variaciones en lo que sucede durante esta fase del secuestro. Arthur (capítulo 15), por ejemplo, describe la suya ascendiendo hasta el ovni por medio de una especie de cuerda arqueada que llegaba hasta la nave desde el coche que su madre había estado conduciendo cuando empezó el secuestro.


TESTIGOS INDEPENDIENTES

La presencia de testigos independientes de un secuestro existe, pero es, según mi experiencia, relativamente rara y limitada en su naturaleza. (…) Maridos y esposas, por ejemplo, son comúnmente “apagados” mientras uno de ellos está siendo secuestrado y permanece “dormido” durante todo el evento. Algunas veces, el secuestrado se frustra sobremanera cuando grita y no recibe ayuda de su pareja, que parece estar en un estado de inconsciencia más profunda que el sueño, como si aparentemente estuviese muerta.

(Tavo: El Dr. Mack menciona un caso investigado por Budd Hopkins, el de Linda Cortile, 1989, así como varios casos más de pacientes suyos.)

DENTRO DE LAS NAVES: LOS SERES

(Tavo: Descripción de lo que los secuestrados observan durante su entrada a la nave, hasta ser conducidos a un espacio amplio donde se procederá a realizarles aparentes procedimientos médicos por parte de seres de variada apariencia, desde reptiliana, humanoides nórdicos rubios, y mayormente “grises”, de movimientos casi robóticos, cabeza de pera, grandes ojos negros (las víctimas afirman que pierden su voluntad si les miran fijamente a ellos) y curvos, largos brazos, delgado torso y piernas largas. Cada uno de esos tipos realiza una función diferente.)

A menudo, los secuestrados descubren que han conocido a un alienígena líder y tienen un fuerte vínculo con él, experimentando una poderosa e incluso recíproca relación de amor. Al mismo tiempo, le reprochan el control que ese ser ha ejercido en sus vidas. La comunicación entre los alienígenas y los humanos se experimenta de forma telepática, de mente a mente, sin que sea necesario usar una lengua común aprendida.

DENTRO DE LAS NAVES: LOS PROCEDIMIENTOS

(Tavo: Los procedimientos que los secuestrados padecen en las naves han sido descritos con detalle en la literatura al respecto (Bullard 1987; Hopkins 1981, 1987; Jacobs 1992). Pueden dividirse en dos tipos: físicos y de información. El secuestrado es forzado a desnudarse, tendido en una mesa de operaciones. Los seres parecen estudiarlo, lo miran intensamente a los ojos, como si escaneasen su mente por completo, como si se hicieran con el control de la misma. Además, le toman muestras de piel y cabello, e introducen instrumental en todas las partes del cuerpo, incluyendo nariz, ojos, senos, oídos, abdomen, genitales, pies. Las víctimas de procedimientos cuentan que les intervienen en la cabeza, como si les alterasen el sistema nervioso. Lo más común e importante es lo que involucra al sistema reproductivo. Se les extrae esperma y óvulos. Se les provoca gestaciones que acabarán con los fetos siendo removidos del útero materno para ser depositados en pequeños contenedores en las naves. Las víctimas afirman haber visto incubadoras e híbridos de todas las edades. Todo esto perturba mucho a los secuestrados.)

Su terror puede ser mitigado de alguna  manera por el consuelo que los alienígenas les dan, de que no se les hace ningún daño. También, mediante varios reductores de ansiedad o medios anestésicos que usa. Esto tiene que ver con instrumentos que afectan las “energías” o las “vibraciones” (palabras que los secuestrados usan a menudo) del cuerpo. Esto puede reducir enormemente el miedo o dolor de los secuestrados, e incluso darles cierto estado de considerable relajación. Pero, en otros casos, no son efectivos y el terror, el dolor y la rabia derrumban las emociones, anulando las estrategias usadas. Como documentaré en detalle en muchos casos, la naturaleza traumática -similares a una violación- de los secuestros materiales puede transformarse en función de que los secuestrados alcancen nuevos niveles de comprensión de lo que les está sucediendo, así como su relación con los seres cambia en el curso de nuestro trabajo.
En suma, los aspectos puramente físicos o biológicos del fenómeno de los secuestros alienígenas parece tener que ver con alguna suerte de propósito genético o de ingeniería cuasi-genética con objetivos de creación de un híbrido humano-alienígena. No poseemos evidencias de alteración genética inducida por alienígenas, en el sentido estrictamente biológico, aunque es posible que esto haya ocurrido.

INFORMACIÓN Y LA ALTERACIÓN DE LA CONCIENCIA

Otro importante aspecto relacionado con el fenómeno de los secuestros tiene que ver con la provisión de información y la alteración de la conciencia. No es un proceso puramente cognitivo, sino que alcanza profundamente las vidas emocionales y espirituales de los experimentadores, transformando hondamente su percepción de sí mismos, el mundo y su lugar en él. Esta información concierne al destino de la Tierra y la responsabilidad humana por las destructivas actividades que se llevan a cabo en ella. Se les expresa directamente, de mente a mente, en comunicación telepática, a través de poderosas imágenes que se les muestran en pantallas parecidas a monitores de televisión en las mismas naves. La información puede comenzar a ser transmitida cuando los secuestrados son niños o adolescentes (véase Arthur, capítulo 15, y Ed, capítulo 3), pero sus implicaciones no son completamente comprendidas hasta mucho después. El investigador parece jugar una parte importante en propiciar que el secuestrado lo lleve a cabo y se dé cuenta de la significancia de la información que ha estado recibiendo durante los secuestros que han estado llevándose a cabo en el curso de muchos años. Escenas de la tierra siendo devastada por un holocausto nuclear, vastos panoramas de aguas y paisajes contaminados y sin vida, apocalípticas imágenes de gigantescos terremotos, tormentas de fuego, inundaciones, e incluso fracturas en el mismo planeta, son mostradas por los alienígenas. Son imágenes poderosamente perturbadoras para los secuestrados, quienes tienden a experimentarlas como una predicción literal del futuro del planeta. A algunos secuestrados se les está dando tareas en este futuro holocausto, tales como alimentar a los supervivientes; o se les ha dicho, como en los libros proféticos de la Biblia, que algunos perecerán mientras que otros serán llevados a otro lugar, para participar en la evolución de la vida en el universo. Algunos investigadores del fenómeno de los secuestros creen que estas imágenes no son mostradas con el propósito de alterar –positivamente- el curso de la historia del planeta. Opinan que los seres están estudiando las reacciones de los experimentadores y haciéndoles creer que están preocupados por nuestro destino mientras proceden a controlar nuestro planeta, puesto que el suyo ha sido, presumiblemente, destruido por un apocalipsis de ciencia y tecnología similar al destino que podría depararnos (varias comunicaciones personales 1990-3; Scott, capítulo 5). Argumentan que si los alienígenas estuvieran verdaderamente preocupados por nuestro bienestar, ellos se manifestarían de una manera más directa, e intervendrían en nuestros asuntos con el objetivo de hacer las cosas mejor.
Los experimentadores de secuestros informan que los mismos alienígenas, cuando son confrontados con este tema, dicen que no estamos preparados para conocer de su existencia, y que los trataríamos agresivamente, como enemigos, tal y como hacemos con lo que o quienes son diferentes a nosotros y no entendemos. Pero lo más importante, los alienígenas dicen que sus métodos son diferentes. Algunos secuestrados informan que los alienígenas no desean provocar cambios a través de la coerción, sino a través de un cambio de conciencia que nos conduciría a elegir un camino diferente. Algunos secuestrados reciben información de batallas por el destino de la Tierra y el control de la mente humana, entre dos o más seres de grupos, algunos de los cuales son más evolucionados o “buenos”, mientras que otros son menos evolucionados o “malos”.
Usualmente, los secuestrados informan menos detalles de su regreso a sitio del que fueron tomados, que del contenido del secuestro. Normalmente, son devueltos a la cama o el coche del que fueron tomados, pero algunas veces se producen “errores”. Puede que los devuelvan a una cierta distancia, o incluso kilómetros de su hogar. Esto es raro, y yo no he tenido ningún caso así, pero Budd Hopkins me ha contado alguno. Pequeños errores son más comunes, como colocar al secuestrado con la cabeza a los pies de la cama, con el pijama del reverso, o habiendo perdido alguna prenda. (…) Tras un secuestro, el experimentador puede despertar con inexplicables corte u otras lesiones (membrana mucosa cortada de la nariz, y bajo la lengua, en uno de mis casos), pequeños bultos bajo la piel, dolor de cabeza o sangrado de nariz. Generalmente, los secuestrados están bastante cansados y sienten como si hubiesen vivido alguna clase de experiencia estresante.




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