Argumento Dos: Fisiología
La vasta mayoría de los
informes que nos hablan de “aliens” lo hacen de una forma de humanoide que se
caracteriza por dos piernas, dos brazos y una cabeza que contiene los mismos
órganos de percepción nuestros, en el mismo número y con aspecto parecido. Su
habla usa el mismo rango de frecuencia que el nuestro, y sus ojos están
adaptados para ver nuestro mismo espectro electromagnético. Esto indica una
formulación genética que no parece diferenciarse del genoma humano por más de
un pequeño porcentaje. Como resultado de tal observación, si las entidades
fueran, de hecho, el producto de una evolución independiente en otro cuerpo
planetario, tal y como sostiene la Hipótesis Extraterrestre (ETH), extendería
nuestra comprensión de la biología.
Los seres humanos compartimos la singular
combinación de gravedad, radiación solar, densidad atmosférica y composición
química conocida en la Tierra, con una variedad de criaturas cercanas a
nosotros a través de la evolución, incluso cuando están privadas de piernas y
brazos como los delfines, o dotadas de múltiples ojos, como ocurre con las
arañas.
También deberíamos tener en
mente que la apariencia humana ha evolucionado en respuesta a un extremadamente
reducido conjunto de límites. Por ejemplo, nuestra forma humana no existiría
tal cual es si la Tierra tuviese el doble de su masa actual, generando una
gravedad superficial 1.38 veces la normal. Semejante entorno nos habría forzado
a desarrollar un esqueleto más fuerte y podría haber excluido completamente a
los bípedos. De igual manera, un planeta con la mitad de nuestra masa y una
gravedad superficial de 0.73 veces la nuestra también habría afectado
radicalmente nuestra apariencia física. Como señaló Dole (1969), si la
inclinación del ecuador hubiese sido de 60 grados en lugar de los 23.5
actuales, los cambios del clima estacional serían insufribles para nosotros: la
vida habría tenido grandes dificultades para dar comienzo y los humanos
habríamos evolucionado en formas muy diferentes a las actuales. Si el día
tuviese 100 en lugar de 24 horas, la humanidad tal y como la conocemos podría
no haber evolucionado o sobrevivido en absoluto. ¿Cómo, entonces, podemos
esperar que visitantes extraterrestres procedentes de un entorno planetario
completamente distinto al nuestro no sólo se parezcan a nosotros sino que
respiren nuestro aire y caminen con normalidad sobre nuestra tierra?
Incluso si, gracias a algún
desconocido principio de exobiología, los aliens evolucionaron de manera
natural hacia una forma humana, ¿no modificarían sus propios cuerpos haciendo
uso de técnicas de ingeniería genética a fin de mejorar su habilidad para
trabajar y sobrevivir en el espacio, tal y como los humanos tendríamos que
hacer durante el siglo XXI?
Este último argumento puede
ser contestado mediante la asunción de que nuestros “visitantes” precisamente
han sido creados mediante tal manipulación genética, dentro de una forma con la
cual nosotros podemos interactuar. Pero, si ese fuese el caso, ¿por qué no
producir especímenes humanos biológicamente indistinguibles de la población
terrestre? La ETH falla a la hora de dar una respuesta convincente a este
asunto. Todavía más intrigante es la observación de que los “aliens” de los que
se informa exhiben emociones humanas reconocibles, tales como asombro, interés
o diversión (como en el Caso Betty Hill de 1961 o el Caso Valensole, 1965).
Esto nos sugiere que no sólo se asemejan a nosotros en términos biológicos,
sino que es extensivo a la aculturación social. En resumen, la fisiología de
los “aliens”, se ajusta a la biología humana y su cultura, en una cierta medida
que no es compatible con la ETH.
Argumento Tres: Informes de Abducción
El creciente número de
informes de abducciones está siendo usado por una parte de la comunidad de
investigadores de ovnis como una prueba más de que estamos siendo, de hecho,
visitados por aliens extraterrestres, incluso aunque su origen todavía no haya
sido revelado. En el contexto del presente documento, un cuidadoso sondeo del
comportamiento reportado de los supuestos tripulantes de ovnis nos conduce
exactamente en la dirección opuesta.
Según los actuales magazines
y libros, el número de abducciones informadas y documentadas es múltiplo de
1000. Semejantes incidentes se caracterizan por lo que el testigo informa, de
haber sido transportado al interior de un espacio vacío, esférico o
semiesférico, y haber sido sometido a un examen médico. Habitualmente, aunque
no siempre, esto es seguido por la toma de muestras de sangre, así como varias
clases de interacción sexual y pérdida de tiempo. El episodio completo es
frecuentemente borrado de la memoria consciente del testigo y sólo es
recuperable mediante hipnosis.
Al momento de escribir este
documento, más de 600 abducidos han sido interrogados por investigadores ovni,
algunas veces asistidos por psicólogos clínicos. Aunque mediante el estudio de
esos casos nada concreto parece que se haya aprendido sobre el origen y
propósitos de los visitantes, aquellos que hacen las investigaciones declaran
que las abducciones son una evidencia más de la ETH.
Con la intención de examinar
esta afirmación, asumamos que la inteligencia extraterrestre de verdad ha
desarrollado la habilidad y el deseo de visitar la Tierra. Es un supuesto
razonable esperar que tales visitantes tuvieran conocimiento, al menos tanto
como nosotros, de las disciplinas científicas fundamentales, como la física y
la biología. Sólo unos pocos ufólogos, de hecho, discuten contra este supuesto.
En particular, los visitantes sabrían de técnicas y procedimientos médicos,
presumiblemente, tanto como nuestros propios practicantes/médicos. Hoy el
doctor estadounidense corriente puede extraer sangre, hacer tomas de esperma,
óvulos o tejidos de sus pacientes sin dejarles cicatrices permanentes ni
provocarles trauma alguno. El estado actual de la biología molecular, ciencia
aún en pañales para nosotros, ya permite a los doctores a los que me referí,
obtener información de la huella digital única de tales muestras. Podrían,
incluso, fertilizar óvulos y obtener “niños probeta”, siendo posible clonar y
hacer duplicados de seres humanos sin límite. Un equipo de científicos equipado
con la tecnología ovni comúnmente reportada estaría en una excelente posición
de tomar el control de bancos de sangre, esperma o recolección de embriones
disponibles en grandes hospitales de investigación sin crear las enormes
perturbaciones descritas por los investigadores de abducciones. Serían capaces
de lograrlo sin ser detectados. Equipados con las últimas técnicas actuales en
la medicina estadounidense sería concebible que toda la especie humana pudiera,
en su momento, reiniciada desde esta base de material genético. Incluso la
terapia genética y la creación de especies híbridas está dentro de nuestro
horizonte teórico. Ninguno de esos logros requiere del comportamiento de los
procedimientos realizados por “doctores aliens” descritos por los investigadores.
Los medios para el borrado permanente de memoria de las víctimas a través del
uso apropiado de drogas también está disponible en la actual farmacopea.
Lo que quiera que los
supuestos “aliens” estén haciendo, si realmente están representando lo que parece
ser un ofensivamente crudo y cruel simulacro de experimentos biológicos sobre
los cuerpos de los abducidos, es improbable que se trate de una misión
científica relevante para los objetivos de los visitantes extraterrestres. Las
respuestas puede que tengan que buscarse en otras direcciones.
Argumento Cuatro: Historia
La Hipótesis Extraterrestre
(ETH) fue inicialmente formulada en el tiempo en que los primeros avistamientos
fueron datados desde la Segunda Guerra Mundial. Pudo ser válida al considerarse
que la presencia de visitantes se justificaba al ser detectado el conflicto
desde el espacio, además de la observación de explosiones nucleares, impulsando
a los visitantes a inspeccionar la Tierra, tal vez, en un esfuerzo por evaluar
a la especie humana como una potencial amenaza para otras formas de vida
inteligente.
La creciente proliferación
de evidencias de un fenómeno similar, no sólo antes de 1945 sino durante el
siglo XIX y, en realidad en el pasado remoto de nuestra cultura, ha llegado a
ser convincente, aunque algunos ufólogos, tomando prestado un argumento de sus
escépticos oponentes, defienden que tales datos simplemente deberían ser
ignorados.
Si puede ser verificado que
el fenómeno ha estado de verdad existiendo a través de la historia, adaptándose
(sólo en su forma superficial pero sin variar su estructura subyacente) para
adaptarse a las expectativas de la cultura receptora, entonces de forma
improbable estamos lidiando con extraterrestres que examinan la Tierra. Tampoco
estamos lidiando con prototipos avanzados. De nuevo, ha de buscarse una clase
explicaciones más sofisticadas que la Hipótesis
Extraterrestre (ETH) y la Hipótesis
de Tecnología Avanzada.
En trabajos previos he
apuntado que un fenómeno aéreo muy similar a nuestros ovnis ha sido reportado
en el siglo IX, con la apariencia de vasijas en el cielo, como aeronaves en los
días de Julio Verne, cohetes fantasmas en 1946 y como naves espaciales en
tiempos más recientes, de tal forma que pareciera que imitan las expectativas
humanas. Todo funciona como si el fenómeno ovni permaneciera constantemente un
paso más allá de la tecnología humana. En los últimos 10 años, puesto que la
biología molecular ha venido a ser más glamurosa
que la electrónica o incluso la ciencia aeroespacial en nuestra moderna
civilización, no debería sorprendernos que los aliens representen simulacros de
intervención de ingeniería genética.
Quienes apoyan la ETH puede
que hayan caído en la trampa de una lectura superficial del mensaje enviado por
el fenómeno.
Tales consideraciones
históricas, combinadas con una extensa investigación en mitología y folclore ha
conducido a investigadores europeos como Meheust (1978, 1985) y Evans (1986) a
considerar todo el fenómeno ovni como una proyección de la conciencia de los
testigos. Apuntan que la ciencia ficción y las leyendas también, están un paso
más allá de las materializaciones científicas humanas.
Esta Hipótesis Psicosocial ha despertado una considerable oposición
entre los ufólogos estadounidenses y ahora está creando un abismo entre la
ufología USA y la europea, proponiendo un segundo grado, la lectura simbólica
del discurso presentado por los testigos. Las declaraciones de abducción son
especialmente interesantes para los defensores de la teoría psicosocial: es
difícil encontrar una cultura sobre la Tierra que no tenga una antigua
tradición de gente pequeña que vuela por los cielos y abduce humanos (Vallee,
1969, 1988). El patrón es conducir a sus víctimas al interior de un espacio
esférico que está uniformemente iluminado y someterlos a varias terribles
experiencias, tales como operaciones de órganos, viajes astrales a escenarios
desconocidos. Interacciones sexuales o genéticas también son un tema común en
este tipo de folclore.
Argumento Cinco: Consideraciones físicas
En tanto que los testigos
están menos reacios a informar sobre sus experiencias, la noción de que los
ovnis son “las naves espaciales de alguien” (en palabras de Friedman) con la
implicación de una tecnología basada en avanzados sistemas de propulsión
resulta menos sostenible y posiblemente científicamente menos atractiva que
otras propuestas. Pero las explicaciones alternativas, especialmente la
Hipótesis Psicosocial, también se encuentran seriamente desafiadas.
El fenómeno para ser
explicado incluye no sólo extraños aparatos que vuelan descritos como naves
físicas por parte de los testigos, pero también objetos y seres que muestran la
habilidad de aparecer y desaparecer de inmediato, cambiar su apariencia de
manera constante y fundirse con otros objetos físicos. Tales informes parecen
absurdos en términos de física ordinaria, porque sugieren un dominio del tiempo
y el espacio que nuestra propia investigación física no puede reproducir en la
actualidad. En cualquier caso, si esos avistamientos pueden ser confirmados por
observación directa, por evidencias fotográficas o por el peso de las
estadísticas, éstos pueden representar una oportunidad para examinar nuevos
conceptos de la realidad física en un momento en que muchos teóricos están
tratando de resolver la posible existencia de N-Universos Dimensionales, donde
N es mayor que 4.
TABLA 1
SUMARIO DE HIPÓTESIS
ACTUALES
Hipótesis de la Tecnología
Avanzada
Hipótesis del Fenómeno
Natural
Hipótesis Extraterrestre
Hipótesis Psicosocial
Nuevas Hipótesis
En conclusión, es útil
especular sobre muchas hipótesis que vayan más allá de las teorías previas
enumeradas en Tabla 1. Dichas ideas
tienen en cuenta, con varios grados de éxito, los cinco argumentos que hemos
revisado. Estas nuevas hipótesis deberían sólo ser consideradas como un medio
de debate estimulante, no como propuestas formales (ver Tabla 2)
TABLA 2
NUEVAS HIPÓTESIS
Hipótesis Luces de la Tierra
Hipótesis Sistema de Control
Hipótesis Viaje Agujero
Gusano
Una de esas líneas de
especulación ha sido avanzada por Devereux (1982), quien ha hablado de los
ovnis como “Luces de la Tierra”, un desconocido fenómeno físico, terrestre que
impresiona la conciencia de los testigos llevándola a crear la forma de una
imagen mental, posiblemente una figura mitológica. Derr y Persinger han
extendido la propuesta de Devereux. A mediados de los años 70 propuse un
acercamiento al fenómeno ovni como un sistema de control, reservándome el
juicio de si tal control resulta ser humano, alien o simplemente natural. Tales
sistemas de control, que gobiernan eventos físicos o sociales, nos rodean en
todo. Pueden ser encontrados en mecanismos de equilibrio terrestres, ecológicos
y económicos que regulan la naturaleza, algunos de los cuales son bien
comprendidos por la ciencia.
Esta teoría admite dos
interesantes variantes: (1) Una
inteligencia alienígena posiblemente establecida en la Tierra, podría estar
formándonos hacia un nuevo tipo de comportamiento. Podría estar representado
por el Fenómeno del Visitante de
Strieber (1987) o alguna forma de “supernaturaleza” posiblemente en la línea de
la Hipótesis de Gaia. (2)
Alternativamente, en una interpretación Jungiana del mismo tema, el
Inconsciente Colectivo humano podría estar proyectándose a sí mismo mediante la
imaginería necesaria para nuestra, a largo plazo, supervivencia más allá de las
crisis sin precedentes del siglo XX.
El investigador británico
Randles ha puesto el énfasis en que el análisis del discruso de los abducidos
consistentemente revela un punto de inflexión en el tiempo, después del cual el
receptor deja atrás la realidad común. En el “otro lado” de esta ordinaria
frontera espaciotemporal la física no parece que se aplique más, y el receptor
se mueve como si estuviese dentro de un sueño lúcido (o en realidad una
pesadilla lúcida) hasta que regresa al mundo normal. Randles llama el “Factor
Oz” a este fenómeno.
Construyendo sobre esta observación, uno podría
teorizar que ahí existe un consistente estado psíquico activo que altera la
visión física de la realidad del receptor, además de generar trances reales y
fenómeno luminoso, visible para otros testigos en su estado normal. Finalmente,
podríamos suponer que los viajeros extraterrestres, usando métodos radicales de
manipulación espaciotemporal, especialmente el uso de agujeros de gusano de
cuatro dimensiones y, posiblemente incluso viajes en el tiempo. Sobre esto,
véase a Morris, Thorne y Yurtsever (1988). Sobre modelos multidimensionales,
véase a Mallove (1988, p. 255). Tales viajeros podrían llevar a cabo muchas de
las hazañas físicas atribuidas a los ufonautas, y ellos podrían también
manifestarse simultáneamente a través de lo que para nosotros parece como
diferentes períodos de nuestra historia. Esta hipótesis representa una
actualización de la ETH, donde los “extraterrestres” pueden ser de cualquier
lugar o tiempo, y podrían incluso proceder de nuestra propia Tierra. Los
argumentos para una aproximación multidimensional a la historia natural del fenómeno
ovni ha sido desarrollada por el autor en el libro Dimensiones (Vallee, 1988).
Conclusión
Apasionado como lo sería una
visita extraterrestre a la Tierra, este document ha señalado que en actual
estado de nuestro conocimiento sobre el fenómeno ovni no es consistente con la
común interpretación de esta hipótesis. Tampoco los patrones observados apoyan
la teoría de que todos los ovnis pueden ser explicados como una combinación de
efectos naturales o como procesos psicosociales. Por lo tanto se propone que
futuras investigaciones en este campo podrían fructíferamente explorar hipótesis
alternativas, tales como aquellas que impliquen sistemas de control, naturales
o artificiales, luces de la Tierra o agujeros de gusano transitables.
Los argumentos que aquí se
han puesto de relieve no tenían el propósito de ser una completa refutación de
la ETH o la Hipótesis Natural. Hasta que la naturaleza y origen del fenómeno
ovni puedan ser firmemente establecidas será naturalmente posible que supongamos
que los factores extraterrestres, incluyendo desconocidas formas de conciencia,
están jugando un rol en sus manifestaciones. Pero cualquier futura nueva teoría
debería constructivamente dirigirse a los hechos que hemos revisado. Como mínimo,
la idea de una intervención extraterrestre debería ser actualizada para incluir
la actual especulación teórica sobre otros modelos del universo físico.
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