domingo, 28 de julio de 2019

Cinco argumentos contra la teoría extraterrestre (y II)




Argumento Dos: Fisiología

La vasta mayoría de los informes que nos hablan de “aliens” lo hacen de una forma de humanoide que se caracteriza por dos piernas, dos brazos y una cabeza que contiene los mismos órganos de percepción nuestros, en el mismo número y con aspecto parecido. Su habla usa el mismo rango de frecuencia que el nuestro, y sus ojos están adaptados para ver nuestro mismo espectro electromagnético. Esto indica una formulación genética que no parece diferenciarse del genoma humano por más de un pequeño porcentaje. Como resultado de tal observación, si las entidades fueran, de hecho, el producto de una evolución independiente en otro cuerpo planetario, tal y como sostiene la Hipótesis Extraterrestre (ETH), extendería nuestra comprensión de la biología.
Los seres humanos compartimos la singular combinación de gravedad, radiación solar, densidad atmosférica y composición química conocida en la Tierra, con una variedad de criaturas cercanas a nosotros a través de la evolución, incluso cuando están privadas de piernas y brazos como los delfines, o dotadas de múltiples ojos, como ocurre con las arañas.
También deberíamos tener en mente que la apariencia humana ha evolucionado en respuesta a un extremadamente reducido conjunto de límites. Por ejemplo, nuestra forma humana no existiría tal cual es si la Tierra tuviese el doble de su masa actual, generando una gravedad superficial 1.38 veces la normal. Semejante entorno nos habría forzado a desarrollar un esqueleto más fuerte y podría haber excluido completamente a los bípedos. De igual manera, un planeta con la mitad de nuestra masa y una gravedad superficial de 0.73 veces la nuestra también habría afectado radicalmente nuestra apariencia física. Como señaló Dole (1969), si la inclinación del ecuador hubiese sido de 60 grados en lugar de los 23.5 actuales, los cambios del clima estacional serían insufribles para nosotros: la vida habría tenido grandes dificultades para dar comienzo y los humanos habríamos evolucionado en formas muy diferentes a las actuales. Si el día tuviese 100 en lugar de 24 horas, la humanidad tal y como la conocemos podría no haber evolucionado o sobrevivido en absoluto. ¿Cómo, entonces, podemos esperar que visitantes extraterrestres procedentes de un entorno planetario completamente distinto al nuestro no sólo se parezcan a nosotros sino que respiren nuestro aire y caminen con normalidad sobre nuestra tierra?
Incluso si, gracias a algún desconocido principio de exobiología, los aliens evolucionaron de manera natural hacia una forma humana, ¿no modificarían sus propios cuerpos haciendo uso de técnicas de ingeniería genética a fin de mejorar su habilidad para trabajar y sobrevivir en el espacio, tal y como los humanos tendríamos que hacer durante el siglo XXI?
Este último argumento puede ser contestado mediante la asunción de que nuestros “visitantes” precisamente han sido creados mediante tal manipulación genética, dentro de una forma con la cual nosotros podemos interactuar. Pero, si ese fuese el caso, ¿por qué no producir especímenes humanos biológicamente indistinguibles de la población terrestre? La ETH falla a la hora de dar una respuesta convincente a este asunto. Todavía más intrigante es la observación de que los “aliens” de los que se informa exhiben emociones humanas reconocibles, tales como asombro, interés o diversión (como en el Caso Betty Hill de 1961 o el Caso Valensole, 1965). Esto nos sugiere que no sólo se asemejan a nosotros en términos biológicos, sino que es extensivo a la aculturación social. En resumen, la fisiología de los “aliens”, se ajusta a la biología humana y su cultura, en una cierta medida que no es compatible con la ETH.

Argumento Tres: Informes de Abducción


El creciente número de informes de abducciones está siendo usado por una parte de la comunidad de investigadores de ovnis como una prueba más de que estamos siendo, de hecho, visitados por aliens extraterrestres, incluso aunque su origen todavía no haya sido revelado. En el contexto del presente documento, un cuidadoso sondeo del comportamiento reportado de los supuestos tripulantes de ovnis nos conduce exactamente en la dirección opuesta.
Según los actuales magazines y libros, el número de abducciones informadas y documentadas es múltiplo de 1000. Semejantes incidentes se caracterizan por lo que el testigo informa, de haber sido transportado al interior de un espacio vacío, esférico o semiesférico, y haber sido sometido a un examen médico. Habitualmente, aunque no siempre, esto es seguido por la toma de muestras de sangre, así como varias clases de interacción sexual y pérdida de tiempo. El episodio completo es frecuentemente borrado de la memoria consciente del testigo y sólo es recuperable mediante hipnosis.
Al momento de escribir este documento, más de 600 abducidos han sido interrogados por investigadores ovni, algunas veces asistidos por psicólogos clínicos. Aunque mediante el estudio de esos casos nada concreto parece que se haya aprendido sobre el origen y propósitos de los visitantes, aquellos que hacen las investigaciones declaran que las abducciones son una evidencia más de la ETH.
Con la intención de examinar esta afirmación, asumamos que la inteligencia extraterrestre de verdad ha desarrollado la habilidad y el deseo de visitar la Tierra. Es un supuesto razonable esperar que tales visitantes tuvieran conocimiento, al menos tanto como nosotros, de las disciplinas científicas fundamentales, como la física y la biología. Sólo unos pocos ufólogos, de hecho, discuten contra este supuesto. En particular, los visitantes sabrían de técnicas y procedimientos médicos, presumiblemente, tanto como nuestros propios practicantes/médicos. Hoy el doctor estadounidense corriente puede extraer sangre, hacer tomas de esperma, óvulos o tejidos de sus pacientes sin dejarles cicatrices permanentes ni provocarles trauma alguno. El estado actual de la biología molecular, ciencia aún en pañales para nosotros, ya permite a los doctores a los que me referí, obtener información de la huella digital única de tales muestras. Podrían, incluso, fertilizar óvulos y obtener “niños probeta”, siendo posible clonar y hacer duplicados de seres humanos sin límite. Un equipo de científicos equipado con la tecnología ovni comúnmente reportada estaría en una excelente posición de tomar el control de bancos de sangre, esperma o recolección de embriones disponibles en grandes hospitales de investigación sin crear las enormes perturbaciones descritas por los investigadores de abducciones. Serían capaces de lograrlo sin ser detectados. Equipados con las últimas técnicas actuales en la medicina estadounidense sería concebible que toda la especie humana pudiera, en su momento, reiniciada desde esta base de material genético. Incluso la terapia genética y la creación de especies híbridas está dentro de nuestro horizonte teórico. Ninguno de esos logros requiere del comportamiento de los procedimientos realizados por “doctores aliens” descritos por los investigadores. Los medios para el borrado permanente de memoria de las víctimas a través del uso apropiado de drogas también está disponible en la actual farmacopea.
Lo que quiera que los supuestos “aliens” estén haciendo, si realmente están representando lo que parece ser un ofensivamente crudo y cruel simulacro de experimentos biológicos sobre los cuerpos de los abducidos, es improbable que se trate de una misión científica relevante para los objetivos de los visitantes extraterrestres. Las respuestas puede que tengan que buscarse en otras direcciones.

Argumento Cuatro: Historia

La Hipótesis Extraterrestre (ETH) fue inicialmente formulada en el tiempo en que los primeros avistamientos fueron datados desde la Segunda Guerra Mundial. Pudo ser válida al considerarse que la presencia de visitantes se justificaba al ser detectado el conflicto desde el espacio, además de la observación de explosiones nucleares, impulsando a los visitantes a inspeccionar la Tierra, tal vez, en un esfuerzo por evaluar a la especie humana como una potencial amenaza para otras formas de vida inteligente.
La creciente proliferación de evidencias de un fenómeno similar, no sólo antes de 1945 sino durante el siglo XIX y, en realidad en el pasado remoto de nuestra cultura, ha llegado a ser convincente, aunque algunos ufólogos, tomando prestado un argumento de sus escépticos oponentes, defienden que tales datos simplemente deberían ser ignorados.
Si puede ser verificado que el fenómeno ha estado de verdad existiendo a través de la historia, adaptándose (sólo en su forma superficial pero sin variar su estructura subyacente) para adaptarse a las expectativas de la cultura receptora, entonces de forma improbable estamos lidiando con extraterrestres que examinan la Tierra. Tampoco estamos lidiando con prototipos avanzados. De nuevo, ha de buscarse una clase explicaciones más sofisticadas que la Hipótesis Extraterrestre (ETH) y la Hipótesis de Tecnología Avanzada.
En trabajos previos he apuntado que un fenómeno aéreo muy similar a nuestros ovnis ha sido reportado en el siglo IX, con la apariencia de vasijas en el cielo, como aeronaves en los días de Julio Verne, cohetes fantasmas en 1946 y como naves espaciales en tiempos más recientes, de tal forma que pareciera que imitan las expectativas humanas. Todo funciona como si el fenómeno ovni permaneciera constantemente un paso más allá de la tecnología humana. En los últimos 10 años, puesto que la biología molecular ha venido a ser más glamurosa que la electrónica o incluso la ciencia aeroespacial en nuestra moderna civilización, no debería sorprendernos que los aliens representen simulacros de intervención de ingeniería genética.
Quienes apoyan la ETH puede que hayan caído en la trampa de una lectura superficial del mensaje enviado por el fenómeno.
Tales consideraciones históricas, combinadas con una extensa investigación en mitología y folclore ha conducido a investigadores europeos como Meheust (1978, 1985) y Evans (1986) a considerar todo el fenómeno ovni como una proyección de la conciencia de los testigos. Apuntan que la ciencia ficción y las leyendas también, están un paso más allá de las materializaciones científicas humanas.
Esta Hipótesis Psicosocial ha despertado una considerable oposición entre los ufólogos estadounidenses y ahora está creando un abismo entre la ufología USA y la europea, proponiendo un segundo grado, la lectura simbólica del discurso presentado por los testigos. Las declaraciones de abducción son especialmente interesantes para los defensores de la teoría psicosocial: es difícil encontrar una cultura sobre la Tierra que no tenga una antigua tradición de gente pequeña que vuela por los cielos y abduce humanos (Vallee, 1969, 1988). El patrón es conducir a sus víctimas al interior de un espacio esférico que está uniformemente iluminado y someterlos a varias terribles experiencias, tales como operaciones de órganos, viajes astrales a escenarios desconocidos. Interacciones sexuales o genéticas también son un tema común en este tipo de folclore.

Argumento Cinco: Consideraciones físicas

En tanto que los testigos están menos reacios a informar sobre sus experiencias, la noción de que los ovnis son “las naves espaciales de alguien” (en palabras de Friedman) con la implicación de una tecnología basada en avanzados sistemas de propulsión resulta menos sostenible y posiblemente científicamente menos atractiva que otras propuestas. Pero las explicaciones alternativas, especialmente la Hipótesis Psicosocial, también se encuentran seriamente desafiadas.
El fenómeno para ser explicado incluye no sólo extraños aparatos que vuelan descritos como naves físicas por parte de los testigos, pero también objetos y seres que muestran la habilidad de aparecer y desaparecer de inmediato, cambiar su apariencia de manera constante y fundirse con otros objetos físicos. Tales informes parecen absurdos en términos de física ordinaria, porque sugieren un dominio del tiempo y el espacio que nuestra propia investigación física no puede reproducir en la actualidad. En cualquier caso, si esos avistamientos pueden ser confirmados por observación directa, por evidencias fotográficas o por el peso de las estadísticas, éstos pueden representar una oportunidad para examinar nuevos conceptos de la realidad física en un momento en que muchos teóricos están tratando de resolver la posible existencia de N-Universos Dimensionales, donde N es mayor que 4.

TABLA 1
SUMARIO DE HIPÓTESIS ACTUALES

Hipótesis de la Tecnología Avanzada
Hipótesis del Fenómeno Natural
Hipótesis Extraterrestre
Hipótesis Psicosocial

Nuevas Hipótesis

En conclusión, es útil especular sobre muchas hipótesis que vayan más allá de las teorías previas enumeradas en Tabla 1. Dichas ideas tienen en cuenta, con varios grados de éxito, los cinco argumentos que hemos revisado. Estas nuevas hipótesis deberían sólo ser consideradas como un medio de debate estimulante, no como propuestas formales (ver Tabla 2)

TABLA 2
NUEVAS HIPÓTESIS

Hipótesis Luces de la Tierra
Hipótesis Sistema de Control
Hipótesis Viaje Agujero Gusano


Una de esas líneas de especulación ha sido avanzada por Devereux (1982), quien ha hablado de los ovnis como “Luces de la Tierra”, un desconocido fenómeno físico, terrestre que impresiona la conciencia de los testigos llevándola a crear la forma de una imagen mental, posiblemente una figura mitológica. Derr y Persinger han extendido la propuesta de Devereux. A mediados de los años 70 propuse un acercamiento al fenómeno ovni como un sistema de control, reservándome el juicio de si tal control resulta ser humano, alien o simplemente natural. Tales sistemas de control, que gobiernan eventos físicos o sociales, nos rodean en todo. Pueden ser encontrados en mecanismos de equilibrio terrestres, ecológicos y económicos que regulan la naturaleza, algunos de los cuales son bien comprendidos por la ciencia.
Esta teoría admite dos interesantes variantes: (1) Una inteligencia alienígena posiblemente establecida en la Tierra, podría estar formándonos hacia un nuevo tipo de comportamiento. Podría estar representado por el Fenómeno del Visitante de Strieber (1987) o alguna forma de “supernaturaleza” posiblemente en la línea de la Hipótesis de Gaia. (2) Alternativamente, en una interpretación Jungiana del mismo tema, el Inconsciente Colectivo humano podría estar proyectándose a sí mismo mediante la imaginería necesaria para nuestra, a largo plazo, supervivencia más allá de las crisis sin precedentes del siglo XX.
El investigador británico Randles ha puesto el énfasis en que el análisis del discruso de los abducidos consistentemente revela un punto de inflexión en el tiempo, después del cual el receptor deja atrás la realidad común. En el “otro lado” de esta ordinaria frontera espaciotemporal la física no parece que se aplique más, y el receptor se mueve como si estuviese dentro de un sueño lúcido (o en realidad una pesadilla lúcida) hasta que regresa al mundo normal. Randles llama el “Factor Oz” a este fenómeno.
Construyendo sobre esta observación, uno podría teorizar que ahí existe un consistente estado psíquico activo que altera la visión física de la realidad del receptor, además de generar trances reales y fenómeno luminoso, visible para otros testigos en su estado normal. Finalmente, podríamos suponer que los viajeros extraterrestres, usando métodos radicales de manipulación espaciotemporal, especialmente el uso de agujeros de gusano de cuatro dimensiones y, posiblemente incluso viajes en el tiempo. Sobre esto, véase a Morris, Thorne y Yurtsever (1988). Sobre modelos multidimensionales, véase a Mallove (1988, p. 255). Tales viajeros podrían llevar a cabo muchas de las hazañas físicas atribuidas a los ufonautas, y ellos podrían también manifestarse simultáneamente a través de lo que para nosotros parece como diferentes períodos de nuestra historia. Esta hipótesis representa una actualización de la ETH, donde los “extraterrestres” pueden ser de cualquier lugar o tiempo, y podrían incluso proceder de nuestra propia Tierra. Los argumentos para una aproximación multidimensional a la historia natural del fenómeno ovni ha sido desarrollada por el autor en el libro Dimensiones (Vallee, 1988).

Conclusión

Apasionado como lo sería una visita extraterrestre a la Tierra, este document ha señalado que en actual estado de nuestro conocimiento sobre el fenómeno ovni no es consistente con la común interpretación de esta hipótesis. Tampoco los patrones observados apoyan la teoría de que todos los ovnis pueden ser explicados como una combinación de efectos naturales o como procesos psicosociales. Por lo tanto se propone que futuras investigaciones en este campo podrían fructíferamente explorar hipótesis alternativas, tales como aquellas que impliquen sistemas de control, naturales o artificiales, luces de la Tierra o agujeros de gusano transitables.
Los argumentos que aquí se han puesto de relieve no tenían el propósito de ser una completa refutación de la ETH o la Hipótesis Natural. Hasta que la naturaleza y origen del fenómeno ovni puedan ser firmemente establecidas será naturalmente posible que supongamos que los factores extraterrestres, incluyendo desconocidas formas de conciencia, están jugando un rol en sus manifestaciones. Pero cualquier futura nueva teoría debería constructivamente dirigirse a los hechos que hemos revisado. Como mínimo, la idea de una intervención extraterrestre debería ser actualizada para incluir la actual especulación teórica sobre otros modelos del universo físico.







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