Hemos visto la semejanza que una trilogía cinematográfica, El Señor de los Anillos, tuvo durante tres años con los
acontecimientos que marcaron el mundo: Si la primera entrega nos llegó en 2001,
meses después de los sucesos terroristas de Nueva York y la invasión de
Afganistán, la segunda parte se estrenó en 2002, el año en que EEUU puso nombre
a los países del eje del mal, el
Congreso dio plenos poderes a Bush para sus guerras preventivas, y se creó el
clima necesario para el siguiente paso en la agenda: invadir Irak en 2003, el
año que concluyó la saga de Peter Jackson.
La
secuencia inicial del Fin de los Tiempos arranca simbólicamente en el año 2001,
concretamente el 23 de marzo, día en que se produce la destrucción controlada
de la estación espacial rusa Mir. Ese
hecho tiene un lenguaje oculto que se repetirá dos años después con la
destrucción inesperada del trasbordador espacial americano Columbia. Los dos acontecimientos están hablando del futuro y
juntos son el grito precursor de lo que vendría después: Dos años después de la
destrucción de la Mir (que en ruso significa ‘Paz’, y también
‘Tierra’), casi coincidiendo con la tragedia del Columbia, se produce la decisiva invasión de Irak: Es el día 20 de
marzo de 2003 y las Bestias se han puesto en movimiento.
¿Qué
significa Columbia?
Encendemos
el televisor y tenemos las imágenes del Columbia
explotando. Es el 1 de febrero de 2003 a las 9:00 horas. América está
consternada; el mundo –sorprendido- visiona en directo las imágenes de la
destrucción. Al margen de la muerte de sus ocupantes, la preocupación de la NASA es el futuro de las
misiones espaciales tripuladas.
La
desintegración del Columbia sería
solo una grandísima catástrofe si no fuera por lo que se esconde más allá de
las imágenes de siete seres humanos muertos, y miles de millones de dólares
estallando en el cielo. El Columbia
tiene el honor de ser el primer trasbordador espacial de EEUU y fue enviado al
espacio el 12 de abril de 1981. Eran los días del mandato del mesiánico Ronald
Reagan, aquel mediocre actor que se autoproclamó paladín universal en la
cruzada contra el entonces imperio del
mal, la Unión Soviética.
Final Mir: 23 de marzo de 2001
Final Columbia: 1
de febrero de 2003
Comienzo invasión de Irak: 20 de marzo
de 2003
Ahora
unamos simbólicamente los términos Mir (paz / tierra) y Columbia destruyéndose y tenemos: destrucción
de la paz en la tierra + Columbia.
Pero es que, amigos, Columbia
significa América. Así se la denominó
por poetas y pintores, que la representaban como una talluda y hermosa dama que
enarbola una bandera de barras y estrellas. ‘Columbia jamás será gobernada por
una isla’, escribió el poeta Philip Morin Freneau para alentar a los americanos
que luchaban contra la dominación de Inglaterra.
De
hecho, la NASA
le puso ese nombre porque ya había sido considerado desde dos siglos atrás,
como la personificación femenina de América. La próxima vez que vean una
película de la productora Columbia Pictures, fíjense en la cabecera y verán a una chica que aparece vestida
con túnicas blancas y azules, y porta una antorcha en la mano derecha. Esa es
la bella América.
Conclusión
del desastre del transbordador Columbia
y la caída de la Mir : Destrucción de la paz en la tierra, EEUU.
Simbología confirmada con el inicio de la guerra en Irak y sus catastróficas
consecuencias, que aún perduran y que lejos de acabar han extendido el
conflicto bélico a toda la región.
El
espacio es también escenario del litigio que enfrenta a las bestias con su
destino. Esa imagen del trasbordador espacial saltando por los aires, es solo
una tragedia imprevisible o un signo a tener en cuenta, según el intelecto de
quien lo observe.
Como
tragedia es un hecho que sirve para unir en un mismo destino, dolor y consuelo
común, a dos pueblos, EEUU e Israel, teniendo en cuenta que de los siete
tripulantes, uno de ellos era israelí: el Coronel Ramón, que se había entrenado
en el Centro Lyndon B. Johnson(1) de la
NASA , en Houston, Texas, precisamente donde se crió el
presidente George W. Bush. El nombre Texas
proviene del indio táysha, que se
entiende por aliado.
Ramon
había ido a formarse a Houston junto a su posible sustituto, un coronel
compañero suyo llamado Isaac Mayo. Sí, su nombre y apellido dicen mucho
tratándose de un militar de Israel.
Como
signo ha de decirse que hay un lenguaje oculto, nada verbal, en lo ocurrido
aquella mañana en que el trasbordador saltó por los aires. Dicho lenguaje
revela que la unidad de los EEUU e Israel no es sólo una alianza
político-militar (verdaderamente anómala, ya que la potencia americana es -de
facto- sumisa al estado hebreo), sino metafísica, más allá de lo físico.
Alianza invisible que une los destinos de ambos países bajo el paraguas de un
mismo propósito de los anakim (caínes, psicópatas).
Curiosamente,
la nave explotó en el cielo de EEUU, sobre el estado de Texas (cuyo apodo
oficial es ‘estrella solitaria’; como solitaria es la estrella del alba, Lucifer), donde el Presidente W. Bush tuvo su
hogar y puesto de gobernador, y donde la familia posee un extenso rancho. Pero
la explosión aconteció concretamente sobre una ciudad llamada... Palestina(2).
¿No es curioso? Lleva el mismo nombre de la tierra que tantos quebraderos de
cabeza da al presidente americano. Quebraderos entonces compartidos por su entonces socio
Ariel Sharon.
Ilan
Ramon
Ilan
Ramon no era un astronauta común; se trataba de un coronel sionista de las
Fuerzas Aéreas de Israel. Había participado en la Guerra de Yom Kippur y bombardeado la central
nuclear de Osirak(3), cerca de Bagdad, tratando
de evitar que Sadam Husein desarrollase armas nucleares. Aquella violación del
Derecho Internacional por parte de Israel no alarmó a casi nadie.
Además,
Ramon habría recibido entrenamiento de vuelo en una base aérea en el Estado de
Utah, allá por la pasada década de los setenta(4).
El
Coronel Ramón llevaba consigo en la misión espacial del Columbia un pequeño manuscrito de la Torah que había pertenecido
a un anciano superviviente del Holocausto. Torah que los sionistas no cumplen,
todo sea dicho, básicamente porque la Tierra Prometida era un
regalo condicional.
Pero
a pesar del simbólico y conmovedor hecho de portar un libro sagrado que salvó
sus páginas del fuego del odio, la realidad es que la misión de Ramón allá
arriba era estrictamente militar, como reconoció su gobierno poco después de la
catástrofe. Sus trabajos eran de incalculable valor para las autoridades de
Israel, preocupadas por hacer bien su trabajo de apoyo a EEUU ante la eventual
invasión de Irak.
El
periodista y escritor Gordon Thomas revela(5)
algunos datos sobre la figura del primer astronauta israelí, y al mismo tiempo,
este experto en todo lo relacionado con el Mossad añade información sobre las
defensas ocultas de Israel. Thomas nos dice que todos los datos obtenidos de la
misión que Ramon tenía encargada en el Columbia,
eran directamente transferidos hasta el Instituto
de Investigación Biológica de Israel(6), un centro ultrasecreto -vital para la defensa del
país- de más de diez hectáreas pero no aparecen en los mapas. De hecho, es el
segundo edificio más secreto de Israel después de la central nuclear de Dimona(7).
Cuando
se le rindieron honores militares al féretro de Ilan Ramón, el Jefe del Estado
de Israel dijo que el fallecido no solo representaba al estado hebreo sino a
todos los judíos. No es de extrañar este intento de meter siempre en el mismo
saco las acciones del sionismo y el concepto religioso judío.
Definitivamente,
si ya era un verdadero héroe nacional desde 1981, ahora Ramón rozaba el Olimpo
de los dioses. ‘No hay mejor lugar
para hacer hincapié en la unidad de los pueblos, que un vuelo al espacio’,
había declarado el astronauta. Y así fue, pues la alianza entre los dos países
se mostraba sin fisuras en la
Tierra , cuando Sharon destruía a sus enemigos con armas de
EEUU; mas ahora dicha unidad se había llevado al cosmos, aunque no por mucho
tiempo.
Extrañamente,
según ha hecho público el rabino Chaim Richman, del Instituto del Templo, Jerusalén, días antes de la tragedia, Ramón
envió un mensaje al rabino de la sinagoga que frecuentaba en Houston, en el que
preguntaba expresamente por el significado de un versículo bíblico. Uhmm...
sospechoso e intrigante. ¿Qué buscaba saber Ramon?
El
verso en cuestión es Deuteronomio
4,33, y dice así: ‘¿Qué pueblo ha oído
la voz de su Dios hablándole en medio del fuego, como la has oído tú, quedando
con vida?’.
Ese
versículo se enmarca en el profético discurso de Moisés a su pueblo, al que
advierte de las catastróficas consecuencias de la idolatría: ‘Cuando hayáis
engendrado hijos y nietos, y hayáis envejecido en la tierra, y os corrompáis, y
hagáis imágenes o cualquier semejanza, y hagáis lo malo ante los ojos de
Jehová, tu Dios, enojándole, yo pongo hoy por testigos a los cielos y a la
tierra, que pronto pereceréis totalmente en la tierra hacia la cual cruzáis el
Jordán para tomar posesión de ella. No permaneceréis largo tiempo en ella, sino
que seréis completamente destruidos.’
Como
se puede advertir, el profeta exhorta a los suyos a que dejen los asuntos
mundanos y vuelvan sus ojos a Dios. En efecto, se trata de las últimas
recomendaciones que les hace Moisés cuando él ya ha conocido que no entrará
en la Tierra Prometida.
Este
texto bíblico entronca con la
Caída del Paraíso, en tanto que los episodios de la vida de
Moisés y el éxodo hacia la
Tierra Prometida ,
tienen sus raíces en lo narrado en el Génesis.
Añadamos que Ilan es un nombre hebreo que significa árbol.
Lo
cierto es que el Coronel Ramon, sea por la razón que sea, no quedó con vida
aquel sábado de febrero en que el
Columbia se desintegraba sobre Palestina, Texas, quizás respondiendo con su
propia muerte a la consulta del versículo que le intrigaba.
Y
es que Ramon no era un simple hombre con alas, ni siquiera un noble científico,
sino el representante de toda una ideología, de todo un talante político, el
sionismo; el agente en el cosmos de una alianza destructiva. Y sea justo o no
su destino final, lo cierto es que éste le sobrevino no por sí mismo, sino por
todo lo que representaba en sus espaldas.
‘Israel seguirá enviando astronautas al
espacio. Estos siete astronautas pagan el precio de la especie humana por la
conquista del espacio, y el mundo entero los saluda como héroes’, dijo
Sharon. Seguro que sí... Arik le entregó a la familia del militar y astronauta
una medalla de honor en memoria por los servicios prestados. En la medalla está
la bíblica inscripción ‘Atribuid
fortaleza a Dios: Sobre Israel es su magnificencia, y su poder está en los
cielos’(8). Como siempre, política y
religión unidas de la mano.
Ramon
era el primer israelí en estar en el espacio, pero no así el primer judío. La
primera vez que un judío viajaba al espacio fue en 1984. Se llamaba Judith
Resnik y también murió violentamente en el espacio dos años después...
Exactamente diecisiete años antes de ver como desaparecía el Columbia, el 28 de enero de 1986, el Challenger (cuyo nombre significa El desafiador) saltaba por los aires en
su maniobra de lanzamiento en Cabo Cañaveral, Florida. Judith Resnik iba a
bordo. Y justamente veintitrés días después de la tragedia del Challenger, era puesto en órbita la
estación rusa Mir.
El
Challenger era un símbolo de la
provocativa y desafiante época Reagan, del mismo modo que el Columbia sería el pendón espacial de sus
herederos políticos. He ahí, quizás, en la unión de los nombres, Challenger y Columbia, un nuevo sentido –América desafiante- del porqué
de sus trágicos finales.
La
historia de Ramon concluye diciendo que una de las colinas interiores del
marciano cráter Gusev, lleva su nombre, al igual que un meteorito, el 51828Ilanramon.
Rumbo
a Marte
Como
estamos viendo, la NASA
también tiene un rol importante en este Fin de los Tiempos en los que se ha
dejado de lado cualquier retorno a la
Luna , y todas las miradas están puestas en Marte, a través de
las sondas Spirit (MER-A) y Opportunity (MER-B).
La ciudad de El Cairo significa Marte, y a las pirámides (como las escaleras al cielo del bíblico Jacob) se las conocía con el término
mer, así que resulta cuando menos
curioso que las dos sondas que descendieron sobre Marte en 2004 se llamen ‘Mer’.
Podría ser que esta llamativa similitud se revelase como alegórico enlace entre
la Rebelión
y el cosmos de los Grigori (teóricos
creadores del Sistema de Control) representado en escenario marciano. Egipto
refleja el estado de cautiverio-cuarentena al que está sometido el planeta, de
ahí que Marte -asociado a la actual capital egipcia- manifieste el núcleo al
que los anakim (caínes-psicópatas) retornan. De hecho, las sondas Mer-A y Mer-B, pueden ser igualmente asociadas como los ‘ojos’ de EEUU en
el planeta rojo: El ojo que todo lo ve
que aparece sobre la pirámide en la moneda americana tiene su traslación en la
desértica y egipciana tierra de Marte. Mer
= Sondas observadoras de los Caídos y sus hijos.
¿Oportunidad para el Espíritu?
Spirit (Espíritu), la sonda espacial, llegó con éxito a Marte el 4 de enero de 2004,
tras recorrer millones de kilómetros. A finales del mismo mes llegó su nave
gemela, Opportunity (Oportunidad). La
composición simbólica que tenemos es la resultante de la unión de los nombres
de las gemelas sondas: ¿Oportunidad para el espíritu?
Los nombres de las sondas se eligieron en un
concurso escolar. La ganadora fue una niña de nueve años, Sofi Collis, que
nació en Rusia y vive con su familia adoptiva en Arizona, donde los sueños
se hacen realidad, parafraseando a la pequeña, que compuso un poema para
agradecer la oportunidad y el espíritu que le brindó su nuevo
hogar.
La
misión de ambas máquinas espaciales es analizar la composición del terreno, si
hay o hubo agua, y si alguna vez hubo vida en el planeta rojo. Llegados este
punto, confieso que soy un ignorante a la hora de entender
la expectación generalizada que supone la conquista espacial, como si llegar a
Marte supusiese despojarnos de los males intrínsecos de este mundo(9).
Personalmente, me
ha parecido que la empresa
espacial fue siempre una extensión de la infantil olimpiada de los patanes que
dirigen el mundo. Rivalidad y codicia a partes iguales; qué podría esperarse de
la presencia de las bestias en otro posible mundo, sino una repetición de los
mismos obstinados errores aquí cometidos. Espacio exterior: horizontes a
explorar-dominar-explotar.
He estado leyendo
las declaraciones de Ray Bradbury, octogenario escritor estadounidense que
saltó a la fama por su obra Crónicas
marcianas, quien solicita que al morir sea incinerado y enterrado en el
planeta rojo, ni más ni menos que dentro de un tarro de sopa de tomate. Sus
palabras muestran un gran sentido del humor. El receptáculo final elegido por
Bradbury me gusta, de verdad; es una inusual manera de conservar los restos más
directos de uno, lo cual, cuando se hable de él, provocará sonrisas. Lo que es
menos comprensible para mí son sus declaraciones sobre el propósito de la
humanidad por llegar a vivir un día en el espacio exterior. Me parece a mí que
denota un alto grado de ingenuidad cuando dice que ‘Tenemos que pensar que Marte hoy está vacío y que cuando lleguemos
allá, debemos desprendernos de todos los conflictos, guerras y conductas
perjudiciales, tal como ocurrió cuando se llegó desde Europa a América’.
¡Cuánta inocencia y candidez en un anciano! Yo prefiero las palabras del
filósofo Bertrand Russell allá cuando el hombre pisó la luna: ‘Se ha expandido el ámbito de la estupidez
humana.’
Sea
como fuere, el espacio está de moda, lo cual sirve para que eso que llaman
‘sentimiento patriótico’, y que no esconde sino la irracional y pueril
sensiblería de quienes se sienten orgullosos de estar mentalmente limitados por
una frontera, se eleve hasta altas cotas.
Curiosamente, dos
años después, el 4 de enero de 2006, Ariel Sharon entra en estado de coma y
deja para siempre el gobierno de Israel.
En la susodicha
placa marciana están inscritos los nombres de la tripulación, y la bandera de
Israel acompaña el nombre del astronauta Ilan Ramón. Así, rememorando las
palabras del propio Ramón, ‘No hay mejor lugar para hacer hincapié en la unidad
de los pueblos, que un vuelo al espacio’, puede
decirse, aunque parezca una ironía (y como ejemplo de mi pobre humor negro),
que con su muerte se propició que la bandera sionista con la Estrella de David(10)
fuese aún más lejos de lo esperado, junto a la de barras y estrellas. Con aquel
acto conmemorativo se confirmó, cósmicamente, la unidad metafísica de dos
naciones empeñadas en un destino común.
Las
primeras fotos de Marte llegan esos mismos días de enero; las mejores y de
mayor resolución nunca vistas del lejano planeta. El centro de control de la NASA en Pasadena (California)
está feliz por el éxito. Gloria y satisfacción que se repiten con la llegada a
Saturno de la misión Cassini-Huygens
el 1 de julio de 2004, proyecto en el que colabora Europa y que logra descender
una sonda (Huygens) a la luna Titán,
el satélite más misterioso del Sistema Solar y el más grande de Saturno. La
sonda ha costado la friolera de 3.500 millones de dólares.
La
transmisión de imágenes de Marte por la Spirit
ha sido posible gracias a la investigación tecnológica israelí procedente del
centro Technion de Haifa, Israel, que
a su vez está vinculado a los laboratorios de Hewlett Packard, situados en Cupertino, California.
Se trata de un signo más del control de la imagen por parte de las dos bestias.
Préstese atención a los nombres de quienes lo han hecho posible: Según el
diario israelí Haaretz, el algoritmo
de la comprensión de la imagen que procede de Marte fue desarrollado por el
director del Grupo de Investigación Teórica en dichos laboratorios de Haifa,
Gadi Sarousi, junto a otros dos técnicos que además fueron asesorados por los
profesores Abraham Lempel y Jacob Ziv, ambos de Jerusalén. Estos dos profesores
son los creadores del código algorítmico Lempel-Ziv, modelo mundial para
la transmisión de información comprimida.
Como
ya dije, los nombres ocultan un significado esencial que manifiestan un
carácter determinado, una semejanza, un origen trascendente, de ahí que los
nombres de estos dos creadores del mundo de la imagen, Abraham y Jacob,
reflejen un significado especial que los relaciona con el primer patriarca
hebreo y con el que daría nombre al pueblo de Israel, respectivamente.
Pero no todo iba
a ir bien allá arriba… Spirit
funcionó con toda normalidad hasta el 20 de enero de 2004, cuando comenzó a
fallar sin explicación alguna. Una anomalía que trataba de decirnos que ‘no hay
oportunidad espiritual’. Pero, ¿para quién no la hay? Suponemos que para
quienes la han enviado. La negación de la máquina se convirtió entonces en una
alegoría perfecta de cuanto ocurría aquí abajo, en la Tierra.
Una precisión muy
importante: Las dos sondas de la
NASA tenían prevista una vida muy corta, sólo unos meses; sin
embargo, cuando se escriben estas lineas –mayo de 2006- aun permanecen activas,
superando con creces las mejores estimaciones científicas, y sin que se haya
vuelto a repetir una avería semejante a la de enero de 2004.
Y como algunos
defendemos, la casualidad no existe: La temporal inactividad de la sonda Spirit comenzó coincidiendo con el
tercer aniversario de la toma de posesión de W. Bush como presidente, y con sus
palabras en el Discurso sobre el estado de la Unión , precisamente, aquel mismo 20 de enero.
En aquella
alocución la única vez que el gobernante hizo uso de la palabra spirit, fue para aludir a los negocios
de su país: ‘En sus esfuerzos, su espíritu empresarial y su carácter, el
pueblo estadounidense está mostrando que el estado de la nación es seguro y
fuerte’. Insisto, nunca
después volvería a haber fallos en la
Spirit , salvo en
aquella ocasión. Esto quiere decir (para quien lo quiera entender) que la
maquinaria belicista y el oscuro espíritu que le da su aliento, allanará el
camino que luego habrán de caminar los trajeados comerciantes de la guerra. La
mención de Bush al espíritu
empresarial de los EEUU estaba reflejando la verdadera naturaleza de los
impulsos de su élite gobernante (no necesaria y exclusivamente en La Casa Blanca ) en todos
los campos, desde Irak hasta Marte. De ahí la respuesta providencial de las
averías en la sonda Spirit.
Tengamos presente
que, si en nuestro planeta estamos viviendo –cotidianamente- la lucha de la Bestias por
apropiarse de la negra energía que yace bajo la superficie, a modo de un
supuesto derecho a conquistar su ‘espacio vital’, qué puede esperarse del
cosmos más cercano y asequible, como lo es Marte. No se trata pues, de un
espacio vital a controlar que amenace las fronteras terrestres, ni de dominar
estados satélites como se hizo durante la Guerra
Fría , sino de un concepto fronterizo que van más allá de
todo lo imaginable: las etéreas fronteras de la supervivencia.
Prepotentemente
se abaten pueblos, se desestabilizan regiones enteras, se rediseñan mapas, y
todo en virtud de garantizar que las fronteras del privilegiado mundo de unos
pocos, no se vea amenazado por las aspiraciones de unos cientos de millones de
desheredados y apocalípticos muertos de hambre.
Así que da igual
si EEUU limita al norte con Canadá y al sur con México, lo verdaderamente
importante es que los que se sientan cómodamente en los sillones que
representan a esta Bestia Segunda, obtengan lo que desean sin importar dónde
esté ese algo. Y el dominio espacial es prioritario en sus propósitos, máxime
cuando China ya ha puesto sus ojos y artilugios espaciales más allá de la
estratosfera.
Otro de los momentos
cumbre de la misión a Marte lo tenemos el 29 de enero de 2004, en la imagen
tomada por Spirit en
la que se muestra el brazo robótico del todoterreno posado sobre una roca
bautizada Adirondack. Este extraño nombre lo
vincularemos con Nueva York, pues así se llama una de las montañas más
conocidas de dicho estado. Su significado es ‘gran piedra’, pero los mohawk, antiguos nativos
americanos de la zona, la llamaban ‘comedores de cortezas’ (bark-eaters). Y
así mismo, relacionamos el significado de Adirondack con las langostas, que son
insectos comedores de cortezas de los árboles cuando han acabado con todo lo
que es verde y jugoso. Según parece, los mohawks solían llamar a sus enemigos
con el término adirondack, por
comerse la corteza de ciertos árboles en temporadas de hambruna.
Por otra parte, la
langosta es un arquetipo de desolación y ruina. He aquí el enlace entre las
ansias destructivas de los anakim, representadas por la simbólica langosta que
se come incluso la seca corteza de un árbol, y la capital financiera y emocional
de la Bestia Yanqui ,
Nueva York.
Es entonces cuando la
representación empieza a tomar forma: El planeta Tierra representa la materia
verde y jugosa que una vez ha sido devorada por la langosta, es dejada atrás
para alcanzar Marte, que por su aridez está representada en la seca corteza del
árbol.
Por
si estas claves fueran pocas, aquel día de entusiasmo en la NASA (29 de enero), en
Washington, el jefe del equipo de inspección de armas de destrucción
masiva en Irak, David Kay, presenta su dimisión y admite (para pesar de los
altos mandos militares) que fue un error pensar que Bagdad tenía armas químicas
y biológicas. ‘Estábamos
todos equivocados, algo que resulta inquietante’, dijo Kay de
manera tajante. Añadió que ya se conocía el 85% de los programas de armamento
iraquí, y nada hacía pensar que en el 15% restante pudiera encontrarse algo que
contradijese sus afirmaciones. Un poco tarde para llegar a esas conclusiones...
Sin
embargo, la sincronía quiso que todo se desarrollase a un mismo tiempo: La
dimisión de Kay y sus reveladoras manifestaciones sobre la inexistencia de
armas de destrucción masiva en Irak, es el símbolo de la mentira que sale a la
luz. Sólo unas pocas horas después, el Director General del Organismo
Internacional de la
Energía Atómica (AIEA), el egipcio Mohamed Al Baradei,
asegura que ‘se acerca una guerra
atómica’ que se podría producir si no se acuerdan nuevas medidas de
control sobre el armamento atómico. ¿Alarmista? Yo puedo ser alarmista, pero no
así quien tiene a su cargo una responsabilidad como la suya. Luego entendemos
que al igual que David Kay en sus afirmaciones, Al Baradei sabe de lo que
habla; es más, también niega con rotundidad que Irak estuviese negociando la
compra de material nuclear en África, tal y como aseguraron Bush y su cuadrilla
de mentirosos.
Sin
embargo, Al Baradei, Nobel de la Paz 2005 junto a la AIEA , señala que el peligro
nuclear nunca antes fue mayor que en nuestros días, al tiempo que reconoce su
frustración ya que los inspectores del organismo que dirige no han podido
evitar que países como Israel desarrollen la bomba. El diplomático tuvo
palabras para todos, y criticó a EEUU por vigilar los programas armamentísticos
de otros países, cuando esa es una responsabilidad exclusiva de su
organización.
Así
que tenemos: Espíritu empresarial + desconexión con la Spirit ,
que días después configurarán la secuencia: Spirit
muestra la primera imagen de Marte (roca llamada Adirondack) + comedores de corteza + Nueva York + mentiras sobre
Irak + peligro de guerra nuclear...
Y
entonces llegó el mes de febrero de 2004 y la Spirit
se topó con otra llamativa roca, a la que se bautizó con el nombre white boat, que se traduce por barco blanco… Seis meses después, el 13
de agosto, la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos de Atenas tendría uno
de sus momentos más emotivos con la aparición de un niño sobre un enorme barco
blanco, cruzando la inundada explanada del terreno olímpico. Entonces, como
ahora, me pareció una hermosa e inconsciente alusión al arquetipo del Diluvio
(tanto como la roca marciana) máxime cuando sólo cuatro meses después se
produciría el devastador tsunami asiático, alegoría del evento bíblico.
Como
se puede observar, el espacio exterior está de moda, y los hitos marcianos se
producen paralelamente a los pasos hacia el abismo que se dan en la Tierra. El 23 de marzo de 2004
Marte vuelve a ser el centro de las noticias que provienen del espacio, cuando la NASA informa del
descubrimiento más importante en los últimos años: ‘Por Marte un día corrió agua líquida’, sentencia la agencia
espacial. Por cierto, los satélites de Marte se llaman Fobos (dios del
miedo) y Deimos (dios del terror), ambos regentes en EEUU...
(1)Lyndon B.
Johnson fue el hombre que alcanzó la presidencia de EEUU con la muerte de
Kennedy.
(2)‘Palestina’
vuelve a sonar poco tiempo después, durante la invasión de Irak, cuando la
soldado Jessica Lynch, de Palestina,
West Virginia, era rescatada de manos de los soldados de Sadam Husein. Se nos
hizo creer, a través de los medios de comunicación, que la soldado había
demostrado de manera extraordinaria su patriotismo y heroicidad en la guerra.
Una heroicidad que luego se comprobó no fue tal.
(3)El bombardeo de
Osirak fue precisamente en 1981, sólo dos meses
después de que el Columbia fuera
lanzado por primera vez.
(4)Según la
agencia de noticias Pacific News Service
(PNS).
(5)Artículo
titulado La última y secreta misión de
Ilan, El
Mundo (9/2/03)
(6)En el Instituto de Investigación Biológica
de Israel (IIBR), se fabrican armas químicas y
biológicas. En sus ‘bodegas’ hay ántrax, tabún y somán (gas nervioso).
¿Recuerdan a David Kelly? El británico Dr. Kelly era algo más que uno de los
tantos microbiólogos que han ido muriendo en extrañas circunstancias en los
últimos años. Se trata del científico que expresó, allá en el preámbulo de la
invasión de Irak, ante los micrófonos de la BBC , su convencimiento de que Sadam no poseía
armas de destrucción masiva. Kelly, que con aquellas confidencias dejaba en
entredicho al Primer Ministro Británico Tony Blair, apareció muerto en medio de
un bosque, siendo la versión oficial que se suicidó. Pues bien, el Dr. Kelly
también tenía contactos directos con el Instituto
de Investigación Biológica de Israel, según parece, donde se estaría
trabajando en proyectos de armas biológicas selectivas.
(7)El padre de
Ilan Ramon trabajó en esa central nuclear, en pleno desierto de Negüev.
(8)Salmos 68,35.
(9)El
27 de enero de 1967, EEUU, Reino Unido y la URSS suscriben en Moscú un acuerdo sobre el uso
pacífico del espacio (Tratado del Espacio Exterior, ratificado por la Asamblea General
de la ONU el 20
de noviembre de 2000, por el cual se prohíbe toda utilización del espacio
exterior con fines militares). Tres días antes, el presidente Lyndon B. Johnson
pide al Congreso la concesión de 12.300 millones de dólares para seguir
luchando en Vietnam.
(10)El símbolo
sionista por excelencia es la
Estrella de David, signo político que aparece en
la bandera de su país aunque ya era usado por los judíos del este europeo en el
siglo XIV. Aún así, la estrella o escudo de David no es un símbolo con el que
los judíos de la Diáspora
se sienten especialmente identificados.
No hay comentarios:
Publicar un comentario