‘Y por encima de
ambos estandartes será izada la bandera del sionismo, la bandera del honor
nacional, de inmigración y absorción.
El gobierno que
me propongo establecer se esforzará por reafirmar y consolidar a Jerusalén
reunificada, la capital de Israel y la capital eterna del pueblo judío, a la
cual siempre proclamaremos nuestra fidelidad, expresando: "Si me olvidare
de ti, oh Jerusalén, pierda mi diestra su destreza, mi lengua se pegue a mi
paladar, si de ti no me acordare; si no enalteciere a Jerusalén como preferente
asunto de mi alegría."
Ariel Sharon. Discurso del 7 de febrero de
2001.
Arik, el León de Dios
Ariel
Scheinerman, hijo de Samuel, un
ingeniero ruso que emigró a Palestina en 1922, cambió su apellido por Sharon. Arik, que es como lo llama su pueblo,
nace el 27 de febrero de 1928 en Kfar Malal, un pueblo agrícola, precisamente,
en la Llanura
de Sharon, a diez millas de Tel Aviv y Jaffa(1).
Lo primero que
llama la atención es el sentido oculto de su nombre de pila, Ariel, que es el
nombre bíblico y gnóstico (secreto) de Jerusalén, la ciudad de la que nacen las
tres religiones monoteístas. El significado del nombre ‘Jerusalén’ es completo, como sentido de plenitud.
Etimológicamente,
Ariel significa León de Dios, y según
nos dice la mitología, Ariel era un ángel que participó en la rebelión del
Paraíso, tras lo cual se hizo con el título de Señor de Toda la
Tierra. Este título expresa como ningún otro el carácter del
bestial sionismo como ilegítimo dueño de la materia, simbolizada en el capital
económico y el expansionismo territorial.
Sorprendentemente,
Ariel es también el nombre dado al doceavo satélite conocido del planeta Urano,
quien mitológicamente es el padre del suplantador Saturno. Saturno –en la
mitología el doceavo hijo de Urano- habría derrocado a su padre, usurpando el
puesto de poder que no le correspondía. He aquí un dato clave sobre la
personalidad de Arik Sharon, digno portador de la esencia saturnina.
Como se puede deducir,
aquí doy una gran importancia al significado de los nombres; pues el nombre
dado a la persona está íntimamente unido a su alma y vida terrenal. Es más, la
tradición judía declara que el nombre actúa como una vía por la cual la fuerza
vital fluye al cuerpo. Esto se hace extensible a todos los nombres propios, algo
que bien supo Shakespeare cuando eligió el de Ariel para representar al ser
astuto que varía su forma a placer, en su obra teatral La
Tempestad.
El pequeño Ariel
Sharon era apodado ‘el toro’, muy acertadamente, tratándose de alguien que
reflejaría a la perfección al clásico patriarca hebreo, simbolizado en dicho
rumiante. De hecho, por su tosquedad y agresividad política y militar ha sido
descrito como ‘un buldózer en una tienda de porcelana’.
Éste es Ariel
Sharon, a quien tras la primera victoria electoral(2) que lo llevó a
ser Primer Ministro, aclaman sus seguidores al grito de ¡Arik, Arik, rey de Israel!
El 28 de enero de
2003 Sharon vuelve a ganar las elecciones, y sólo cuatro días después explota
el Columbia, el trasbordador de la NASA , que en esa ocasión iba
con el primer israelí que estuvo en el espacio. Extraña coincidencia que nos
ayudará a comprender el simbolismo del fallecido, el Coronel Ilan Ramon. Aquí todos los detalles de la tragedia del Columbia.
La carrera
militar de Ariel comienza a los quince años, formando parte de la organización
terrorista ‘Haganá’, cuya definición políticamente correcta es ‘organización
paramilitar’ para la liberación de Palestina, y que actuó contra los británicos
entre 1920 y 1948. Al día siguiente de la fundación de Israel, el joven de los
Scheinerman, de sólo veinte años, entra en combate y cae gravemente herido en
el estómago. Ha sido precisamente en Jerusalén, la ciudad a la que su nombre
propio hace honor. He aquí hay un paralelismo con el patriarca Jacob(3), de quien se nos narra la lucha que
tuvo con un ángel que lo hiere en el muslo, a la altura de la cadera. Jacob
quedó desde entonces cojeando.
Pero Arik,
guerrero incansable, tendría más de una herida. Durante la guerra de 1973
también fue alcanzado, esta vez en la cabeza. Y es que el viejo halcón israelí
ha participado en todas las guerras de su país.
Una vez fuera del
campo de batalla Ariel fue Ministro de Defensa, hasta que hubo de dimitir(4) por causa de un asunto muy feo que
casi nadie hoy recuerda: Su indudable responsabilidad en la matanza de los
campos de refugiados de Sabra y Chatila, 1982.
En Líbano, las
milicias derechistas entran en Sabra y Chatila y matan a unos mil palestinos,
mayormente niños, mujeres y ancianos, mientras las tropas invasoras israelíes permanecieron indiferentes
durante treinta y seis horas a las llamadas de auxilio de la población civil.
En los campos no había guerrilleros palestinos, que ya habían huido.
Consecuencia de su responsabilidad en la masacre, Sharon fue apartado de su
cargo.
Sospechosamente,
Elie Hobeika, el principal causante de las matanzas, muere asesinado en un
atentado por coche bomba en 2002, justo después de hacer pública su intención
de testificar contra Sharon. Hobeika era el jefe de las milicias cristianas que
perpetraron los crímenes, y se había decidido a testificar durante aquel año
contra el entonces Ministro de Defensa judío, en el proceso abierto contra éste
en Bélgica por crímenes contra la humanidad. Hay mentes maliciosas que creen
que la operación de eliminación de Hobeika fue llevada a cabo por la CIA(5) y el Mossad. En cualquier caso, ¡qué
suerte tiene el viejo Sharon que los testigos callan para siempre! El
periodista Wayne Madsen ha insinuado que tras la eliminación física del libanés
se encontraría la sombra del intocable Karl Christian Rove, asesor de George W.
Bush, ejerciendo de eventual guardaespaldas de Sharon.
En cuanto a su
vida privada, Arik ha estado marcado por la tragedia. Tuvo un hijo que murió a
los once años. La razón oficial del fallecimiento es que a un amigo del
primogénito de los Sharon se le escapó una bala de la escopeta de caza de
Ariel, aunque otra versión dice que su padre le habría regalado una pistola y
el pequeño se mató con ella. Lo cierto es que aquella tragedia sucedió la noche
del nuevo año judío(6) -Rosh Hashanah- de 1967 (precisamente
cuando Jerusalén pasó completamente a manos sionistas), y el pequeño Gur, que
así se llamaba, murió desangrado en los brazos de su padre.
Para mayor dolor,
su esposa Margalit había fallecido seis años antes en un accidente de
circulación. La tumba de Margalit fue noticia en 2005, cuando grupos de
extremistas judíos amenazaron con profanarla. Esa era su particular respuesta
al desalojo de las colonias hebreas en Gaza, ordenadas por Sharon.
Un año después de
convertirse en viudo, Ariel rehace su vida y casa con Lily, hermana de su
fallecida esposa. Pero también Lily moriría, eso sí, dejándole dos hijos más,
Omri (sentenciado a pena de cárcel por corrupción) y Gilad (también acusado de
corrupción). Entretanto, la inmensa granja de la familia, una de las más
grandes de Israel, ardía en diciembre de 1999 pasto de las llamas. Se dice que
antes de ser de su propiedad, la finca –enclavada en Negev- era un poblado
palestino... Habladurías de rencorosos palestinos y rojos trasnochados.
Su mayor enemigo
fue Yassir Arafat. El confinamiento del líder palestino en la ciudad palestina
de Ramala, fue la perfecta escenificación del voraz Saturno con uno de sus
hijos encerrado en su estómago(7).
Paseando
a Mr. Sharon
Poco antes de la primera elección de Arik como Primer
Ministro comenzó la
Segunda Revuelta Palestina (Intifada), allá cuando al viejo halcón se le antojó pasear por la Explanada del Templo, en
Jerusalén, un jueves 28 de septiembre del año 2000, precisamente durante otro Rosh Hashanah (año nuevo judío 5761), provocando la
justificada ira de sus enemigos árabes. ¿Un paseo mal intencionado? Pues sí. No
sólo por tratarse de un lugar sagrado en disputa (allí se erige Al-Aqsa, la
tercera mezquita más venerada por el Islam), sino porque simultáneamente se
estaban celebrando en Camp David,
EEUU, las reuniones de Arafat, Clinton y el entonces Primer Ministro israelí,
Barak, sobre el futuro estatuto de Jerusalén y las bases para una paz duradera.
Reuniones más o menos generosas por parte israelí, pero extremadamente
insuficientes para ser aceptadas por cualquier líder palestino que desease
seguir con vida. En aquel momento Sharon ayudó
echando más leña (y gasolina) al fuego.
Finalmente,
el 6 de febrero de 2001, Ariel Sharon es elegido Primer Ministro; su estrategia
de boicot a las conversaciones de paz, y de crispación, llevada a cabo con la
visita al susodicho lugar sagrado en disputa, da sus resultados, pues los
israelíes se sienten vulnerables ante los atentados palestinos que él mismo ha
alentado. El gordo batallador ha estado soberbio. ¡Que el mundo se entere quién
es Arik Sharon! Por entonces Baby
Bush empezaba a conocerlo; el 18 de abril de 2002 deja caer una de sus
preciosas perlas a través de su portavoz: ‘Sharon es un hombre de paz’. Desde
luego que sí.
Sobre
el pensamiento profundo de Arik sugiero al estimado lector la lectura de la
entrevista realizada al militar y político por el periodista Amos Oz, un
prestigioso escritor israelí candidato al Nobel,
y ganador del premio Israel de
literatura en 1998. He aquí unos fragmentos(8): ‘...haremos otra
guerra, destruiremos y mataremos dos veces más hasta que tengan bastante. ¿Y
sabe por qué vale la pena? Porque esta guerra nos hará dignos de odio para
todos los países que se dicen civilizados. De una vez por todas. Así puede que
definitivamente acaben todos esos charloteos sobre la especial moral judía,
sobre las lecciones que hay que aprender del genocidio y de las persecuciones,
sobre los judíos que se supone que salieron de las cámaras de gas con el alma
blanca y pura. ¡Basta ya de estupideces! (…) los fuertes bombardeos sobre
Beirut, las minúsculas masacres en esos campos de quinientos árabes, usted
habla de masacre; es una pena que fueran las Falanges (se refiere a las
tropas cristianas, autoras de la matanza en Sabra y Chatila) las que se ocuparon y no nosotros, con
nuestras manos tiernas y delicadas. Pues bien, todas estas nobles y buenas
acciones han terminado definitivamente con las viejas cantinelas a propósito
del pueblo de élite, luz de las
naciones. ¡Cuánta mierda envuelta en seda! ¡Gracias a Dios, nos hemos desecho de la élite y de la luz!.’
En julio de 2005 unos cuantos individuos de extrema
derecha judía se reunieron en el cementerio de Rosh Pinna (allá por el Mar de
Galilea), para compartir su tristeza por una Tierra Prometida pisada por
sucios palestinos. Pero el motivo central de aquella extraña velada era elevar
plegarias a su dios, a través de un pulsa denura, acto de maldición que
significa ‘látigo de fuego’ en arameo. Los congregados, cabreados por la
decisión de Sharon de abandonar Gaza en manos palestinas, pidieron al Ángel
de la Muerte
que se llevase al político antes de cumplirse treinta días. Fallaron.
Algo similar, y en el mismo escenario, ocurrió diez
años antes, pero en esa ocasión contra Yitzhak Rabin, por entonces Primer
Ministro de Israel que acordaba la paz con Yassir Arafat. Era la noche del 6 de
octubre de 1995, y el pulsa denura se había llevado a cabo para que
Rabin falleciera en menos de un mes. Finalmente, el 4 de noviembre, Yitzhak
Rabin moría asesinado…
Uno de los últimos pasos políticos dados por Sharon
tiene la fecha de 21 de noviembre de 2005, cuando abandona el partido
derechista ‘Likud’ y funda el suyo propio, Kadima, que significa ‘hacia
delante’. Finalmente, el 4 de enero de 2006, mientras descansaba en su rancho,
Arik Sharon, también conocido como ‘el carnicero de Beirut’, sufre una
hemorragia cerebral que lo deja en estado de coma. Entonces, y en semanas sucesivas,
fue intervenido quirúrgicamente en más de siete ocasiones. Moriría en 2014.
(1)Jaffa es un nombre derivado de Jafet, hijo de Noé.
(2)6 de febrero de 2001.
(3)Génesis 32,25-33.
(4)14 de febrero de 1983.
(5)Véase el artículo ‘Bush-Rove: Política y delito’,
del investigador y periodista Edgar González Ruiz, aparecido en voltairenet.org
(23/9/04). En la muerte de Hobeika se sospecha de la presunta implicación de
Karl Rove, el artífice del triunfo electoral de Bush en 2004. Para la
eliminación de Hobeika se habría usado a agentes sirios.
(6)Rosh
Hashanah es una celebración solemne para los judíos, pues
conmemora la creación del mundo y hace alusión al juicio de Dios.
(7)Mitológicamente, a Saturno se lo representa
engullendo a sus hijos.
Yassir Arafat, conocido por los suyos como ‘el viejo’, es nacido en El Cairo en
1929 pero criado en Jerusalén. Aglutinó a las fuerzas palestinas que luchan
política y militarmente por la liberación de Palestina en 1969, en el Congreso
Nacional Palestino celebrado en El Cairo. Permaneció tres años bajo arresto
domiciliario en la ciudad de Ramala, por orden de Ariel Sharon. Enfermo a
finales de octubre de 2004, fue llevado a París, donde muere. Las causas de su
defunción siguen siendo un misterio, aunque se apunta el envenenamiento como
una posibilidad.
(8)Amos Oz entrevistó a Sharon para el periódico Davar el 17 de diciembre de 1982 y un
año después incluyó la entrevista en uno de sus libros, traducido al francés
con el título Las voces de Israel,
por Clamann Lévy. Oz tituló esta entrevista Tierno
y delicado. Existen numerosas páginas en la red donde puede consultarse.
Ésta ha sido extraída de nodo50.org/csca
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