martes, 20 de noviembre de 2018

Reflexiones de noviembre de 2018


Reflexión de noviembre 2018

¿Reciclamos nosotros o lo hace el Universo?

Punto de Partida

Existe un fenómeno inteligente, parasitario (del que somos hospedadores), elusivo, tecnológicamente más avanzado que nuestra civilización, de naturaleza psicopática, que interviene desde tiempo inmemorial sobre nuestro mundo, creando Sistemas de Creencias en torno a los cuales los humanos, siglo tras siglo, nos hemos organizado. Siendo así, nuestras sociedades se estructuran, hasta la médula, psicopática y piramidalmente, siendo, por tanto, antinaturales e involutivas. Sin embargo, dentro de dichos conjuntos existen humanos que aspiran a romper (dentro, en la psique, y fuera) con las conductas psicopáticas que nos rigen. Para éstos, su único faro o norte es la empática e inteligente conciencia individual, lo que los convierte en disidentes a doblegar. Para ellos van estas reflexiones sobre los tiempos actuales.


Escenarios confluyentes

Ascenso del fascismo y descomposición social. Cambio Climático Terrestre (CCT).
El CCT que pone en riesgo la supervivencia del ser humano. Aquí la primera parada: ¿Merece la pena la contribución al precepto “Salvemos el planeta” cuando el foco redentor se ha colocado exclusivamente en este escenario y no en la sangrante naturaleza involutiva con la que se estructuran nuestras sociedades? Mi respuesta es no. Y aquí la reflexión se torna declaración de principios: a conciencia, aunque siento respeto por quienes sí lo hacen, me abstengo de la lucha que propone la salvación de lo que sea si antes no pasa por el cuestionamiento –desde sus fundamentos- del cómo nos organizamos como humanidad. Conscientemente, renuncio a cargar con la culpabilidad individual que me asigna el conjunto. En síntesis: no contribuiré a perpetuar esta farsa de civilización que pretende su absolución poniendo el foco en un objetivo irrealizable desde el comienzo. O, ¿tal vez, el objetivo no es salvar nada, sino evitar que la mirada inquisitiva se ponga donde realmente sería peligrosa? ¿Es el sentimiento de culpa que hemos interiorizado en las dos últimas décadas, una forma de control que nos hace partícipes de un bando concreto entre diferentes élites de poder?
Lo que la industria militar, por ejemplo, destruye del medio ambiente, eclipsa cualquier esfuerzo de la sociedad de a pie por no contribuir a esa degradación. Y, sin embargo, soy yo (y no la industria militar) quien casi se siente culpable de vivir y respirar en este mundo material. Me siento pecador. Pero, ¿y si salgo por un instante de la nube de culpa que nubla mi razón? Entonces, pienso.

¿Cambio Climático Cósmico?

¿Y si, aun asumiendo que el CCT es, en parte, provocado por la mano del ser humano, estuviésemos ante un Cambio Climático Cósmico (CCC) que estaría afectando, como mínimo, al Sistema Solar que habitamos? No pocos estudios van en esa dirección.
Regresando a la descripción de nuestro mundo que hice en el punto de partida, ¿cómo estaría afectando a los parásitos (hipotéticos habitantes de una dimensión paralela a la nuestra, pudiendo ellos acceder a la nuestra pero no a la inversa) este cambio en la climatología, tanto si es sólo terrestre como si afecta a todo el Sistema Solar?
Si hablásemos de un CCC, ¿es éste una expresión visible del propio universo evolutivo que, de forma natural, estaría “reciclando”, combatiendo así experiencias involutivas como la nuestra, que no se ajustan a los principios básicos de la evolución? Si así fuera, hacer recaer el pecado antiecologista en los esclavos de la base de la pirámide social de dominación (en lugar de la cúspide psicopática) sería una astuta maniobra de distracción para las psiques; una construcción mental, un Sistema de Creencias que no busca la salvación de nada, ni humanidad ni planeta, salvo de la propia pirámide, insisto, de naturaleza psicopática. Si así fuese, el Cambio Climático actual funcionaría como un mecanismo de finiquito de la granja (en manos de parásitos, pero sustentada por nuestra ignorancia sobre ellos), poniéndonos contra la pared.
Ante este preámbulo del Apocalipsis (Lucas 21:11 y 21:25), me pregunto cómo ha de estar afectando el Cambio Climático a los parásitos y su mundo. ¿Se acaba el tiempo para nosotros o, habiendo entendido mal, con los oídos del pecador, es contra ellos que corre el reloj? ¿Trae este Cambio Climático una mayor percepción por nuestra parte, de la existencia y actividades de los parásitos? ¿Está el Cambio Climático propiciando que las fronteras entre nuestros dos mundos se estén difuminando como sugieren los cada vez más habituales avistamientos (OVNI) asociados a fenómenos meteorológicos terrestres?
Abramos los ojos y observemos. Parece que, en el fondo, todo esto sí que va de reciclaje: Las almas de noble madera a un espacio, los vulgares e invasivos plásticos a otro. Espero.


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