El 16 de septiembre de 1994, alrededor de las 10:00
horas, durante el recreo matinal de un día más en la Escuela Ariel, en la
ciudad de Ruwa, a las afueras de Harare, Zimbabwe, más de sesenta niños
participan –curiosos- de un sorprendente episodio ovni que incluye la presencia
de humanoides.
Dos meses después del fenómeno, el Doctor John E.Mack -especialista en psiquiatría infantil- entrevistó a los niños (de entre 6
y 12 años, y diferentes culturas, negros, blancos, asiáticos), padres y
profesores. El testimonio no arroja dudas: los niños vieron algo inexplicable
que les provocó gritos, llantos y una agitada carrera en busca de los adultos,
que permanecían reunidos dentro del colegio…
John E. Mack (1929-2004), Doctor en psiquiatría y
profesor en Harvard, se distinguió de sus colegas cuando comenzó a trabajar con
pacientes que decían haber padecido traumáticas experiencias de abducción por
parte de seres inteligentes no humanos. En 1994, tras cuarenta años de
profesión, Mack publicó su estudio sobre el tema, dando así crédito al
testimonio de sus pacientes, de los que dice no padecen desórdenes mentales, ni
esquizofrenia, ni alucinaciones. Aquel mismo año, el doctor viajó a Ruwa, y
conoció de primera mano lo que allí había ocurrido.
Los escolares contaron cómo aquella mañana de
septiembre habían visto un artefacto plateado que volaba rodeado de otros
cuatro de menor tamaño. Los artefactos tomaron tierra, llamando la atención de
los niños, que se acercaron. Allí vieron a una criatura humanoide sobre la
nave, y a otra que bajaba y se acercaba a ellos. Los entes (del tipo ‘gris’)
fueron descritos vistiendo ajustadas ropas negras, de pequeño tamaño, con ojos
semejantes a balones de rugby. Los niños tuvieron contacto directo y cercano
con los ojos de la extraña criatura que se les acerca. Incluso afirman haber
recibido, de ese contacto visual, comunicación telepática, consistente en la
supuesta preocupación sobre el mal trato del ser humano hacia el medio
ambiente.
Algunos testigos, los más jóvenes, resultaron traumatizados por el encuentro, y salieron gritando en busca de sus profesores. Los adultos no se preocuparon al escuchar los gritos, pues eran habituales en cada recreo. Los niños negros habían identificado a los humanoides con unas malvadas criaturas de pequeña estatura –tikoloshes- protagonistas de las leyendas zulúes.
Algunos testigos, los más jóvenes, resultaron traumatizados por el encuentro, y salieron gritando en busca de sus profesores. Los adultos no se preocuparon al escuchar los gritos, pues eran habituales en cada recreo. Los niños negros habían identificado a los humanoides con unas malvadas criaturas de pequeña estatura –tikoloshes- protagonistas de las leyendas zulúes.
Los profesores –en principio- no les creyeron. No
obstante, cuando los escolares volvieron a sus hogares y contaron lo ocurrido a
sus padres, estos fueron al colegio buscando respuestas. El director, Colin
Mackie, aunque escéptico respecto del fenómeno ovni, también creyó a sus
escolares.
Finalmente, los pequeños fueron entrevistados
individualmente por Mack, y se les pidió que hicieran dibujos de aquello que
habían vivido, coincidiendo todos –a grandes rasgos- en su descripción.
Podría pensarse que los pequeños tenían conocimiento
cultural previo acerca de los ‘grises’, denominación que se hace de los
humanoides de menos de metro y medio de altura, cabeza abultada, largos brazos,
ojos grandes, oscuros y almendrados, y caminar torpe. No obstante, ninguno de
esos niños sabía de tal identificación. Más aun, la mayoría de los niños
carecía de acceso a la televisión, dadas las condiciones culturales de esa zona
rural limítrofe con Suráfrica.
En 2008, el realizador cinematográfico Randy Nickerson viajó a Ruwa con el fin de retomar –catorce años después- el caso de
la Escuela Ariel para un documental (Encounter in Ruwa: The Ariel School
Sighting). A pesar del tiempo transcurrido desde el episodio ovni, muchos de
los testigos respondieron a la solicitud del John Mack Institute (que gestiona
el legado del desaparecido psiquiatra), organización que había comisionado la
realización del documental de Nickerson junto a la productora Dominique
Callimanopulos, colaboradora de John Mack. Los entonces niños ahora eran
jóvenes, mayormente, estudiantes repartidos por Estados Unidos, Nueva Zelanda,
o Canadá. Sus testimonios seguían siendo convincentes. Más aun, parece ser que
lo ocurrido en aquella escuela privada también fue presenciado –la misma
mañana- por otros colegios de la zona. La investigación continúa abierta. El siguiente vídeo es una entrevista a Salma Siddick, una de aquellas niñas que vivió el encuentro alien en la Escuela Ariel:
Quienes observamos la realidad nos preguntamos respecto del episodio de la Escuela Ariel: ¿qué demonios hacemos con evidencias como estas? ¿Cómo las tipificamos? ¿Qué crédito le damos a sesenta y dos niños que relatan cómo un objeto volante toma tierra junto a su escuela, y de él salen dos humanoides del tipo gris?
Según Vusumazulu Credo Mutwa (1921), chamán africano
que se ha hecho popular en Internet, los grises (por él llamados mantindanes)
son ‘sirvientes’, operarios, de otros entes más sofisticados, con ciertos
rasgos reptiloides, a los que denomina chitauris.
El documental de Stephane Allix llamado ‘Experiencers’ (arriba), sobre el trabajo de John E. Mack. Veremos al doctor y a los protagonistas de encuentros con entidades no humanas, ofreciendo una turbadora información imprescindible para introducirnos en el conocimiento del fenómeno de las abducciones. Mack falleció antes de finalizar el rodaje de este documento. El siguiente vídeo es una entrevista suya en el show de Oprah:
ARTÍCULO SOBRE MACK Y
EL EPISODIO EN ARIEL(EN ITALIANO):
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