(Originalmente
publicado en 2007)
¿Especulando?
Sólo seis semanas antes de su
destrucción, los dueños del World Trade Center arrendan los edificios a
‘Silverstein Properties Inc.’, por valor de 99 años. La sociedad es propiedad
de Larry Abraham Silverstein, un rico empresario judío propietario de
todo un imperio inmobiliario. Tras ‘Silverstein Properties Inc.’ se encuentra
un nutrido grupo de inversores que, junto al propietario de la sociedad, son
los que han de cobrar los seguros por los atentados, aproximadamente de unos
1.000 millones de dólares.
Silverstein, que fue presidente
de la ‘Federación de Filantropías Judías de Nueva York’, ya poseía el edificio
WTC-7, al que vimos con el nombre de ‘Torre Salomón’, popularmente conocido
porque allí se rodó en 1989 la película ‘Armas de mujer’ (Working girls). Bueno, por eso, y porque allí, estimados lectores,
se encontraban las oficinas secretas de la CIA en la ciudad de Nueva
York.
Larry Silverstein admitió en el
primer aniversario de los atentados que el edificio 7 fue destruido (cinco
horas después de que las Torres Gemelas cayeran) por petición propia. La demolición controlada de la ‘Torre
Salomón’ se habría llevado a cabo por parte del Departamento de Bomberos de
Nueva York (FDNY).
Lo verdaderamente cierto es que
en el solar donde estuvieran las Torres Gemelas se proyecta la construcción del
rascacielos más alto del mundo: la opulente y ambiciosa Torre de la Libertad ,
según diseño del arquitecto Daniel Libeskind, que tendrá 1776 (fecha de la Declaración de
Independencia de EEUU) pies de altura, o lo que es lo mismo, 541 metros… El
número 541 es el valor numérico de Israel, según cálculos de gematría hebrea,
así que, bueno, la torre en cuestión, que debe estar terminada para el 2009,
tendrá una notable pincelada sionista.
Hay varias hipótesis generales
sobre los atentados del 11 de septiembre:
1)Los atentados se
producen como fruto de la incompetencia y descoordinación entre las agencias de
información y seguridad estadounidenses. Ben Laden es el promotor de los hechos
y W. Bush saca adelante su agenda bélica de manera ‘casual’. Como si existiese
casualidad en la política…
2)Los atentados se
producen como fruto del consentimiento de los EEUU. Los atentados son obra de
Ben Laden. El 11-S es la excusa perfecta para la agenda oculta de las élites
que rodean al compasivo Bush.
3)Los atentados se
preparan en casa. El Presidente W. Bush es la cabeza visible –o la víctima- de
un golpe invisible promovido por las estructuras economico-militares (teñidas
con los colores sionistas). Ben Laden es un títere que nunca dejó de trabajar
para EEUU, o bien se (le) adjudicó una autoría que no le pertenecía. La agenda
bélica está lista para llevarse a cabo. Yo apuesto por este último caballo.
Controversia
Para una mayor información sobre
los hechos del 11-S recomiendo la lectura del libro La Gran Impostura(1),
del francés Thierry Meyssan. Algunos de los siguientes puntos oscuros sobre
aquella fecha están extraídos de su obra, a cuya lectura les emplazo.
*El Teniente de la Armada de EEUU, Delmart
Vreeland (encarcelado en Toronto por fraude), clama ser miembro de la
inteligencia naval de su país, y escribe detalles sobre los ataques contra las
Torres Gemelas -justo un mes antes-, y los ensobra y sella entregándoselos a
las autoridades canadienses(2).
*Según la CNN , el 11 de septiembre
varios empleados de la empresa Odigo Inc. (compañía israelí de mensajería
instantánea), reciben advertencias de la amenaza inminente que se cierne sobre
Nueva York, al menos, dos horas antes del primer ataque.
*Durante casi una hora (desde
8:15 hasta 9:05) con el conocimiento pleno de las autoridades de aviación (FAA)
y del ejército, nadie notifica al Presidente Bush que dos aviones han sido
secuestrados simultáneamente. La
FAA sigue el recorrido de los aviones secuestrados a través
del radar, y no envía aviones militares a interceptarlos hasta pasados setenta
y cinco minutos, cuando por norma debió hacerlo a los cinco minutos. Cuando
despegan ya es demasiado tarde(3).
*De la lista facilitada a los
medios de comunicación por el FBI el 27 de septiembre de 2001, de los 19
secuestradores suicidas del 11-S, es singular ver que de todos ellos, 11
habrían estado viviendo en el estado de Florida (cuatro de estos, los que irían
en el vuelo estrellado contra la torre norte de WTC, concretamente en el barrio
de Hollywood), mientras que otros tres residieron en California.
Por cierto, en Hollywood,
Florida, residían también, y al mismo tiempo que los supuestos terroristas
islámicos, varios de los espías israelíes que después serían detenidos por el
FBI, y que formaban parte de operaciones -obviamente secretas- del Mossad
israelí.
Sobre las operaciones en suelo
americano de los servicios secretos israelíes, toleradas por las élites
estadounidenses, ya vimos en el capítulo 10 las revelaciones del escritor James
Petras, quien es de la opinión que el Mossad no informó a los servicios
secretos de EEUU sobre todo lo que sabía acerca de los ataques terroristas de
aquel funesto día.
Pero lo más singular, sin duda alguna,
es que –posiblemente- varios de esos supuestos terroristas suicidas siguen
viviendo aún(4).
*La CIA ignora en 1998 las
advertencias de uno de sus militares de que en Arabia Saudí está escondida una
célula terrorista de Al Qaeda. Una lista de estos fue entregada a la
inteligencia saudí en agosto de 2001 (solo un mes antes de los ataques) y fue
rechazada(5).
*Miembros de Al Qaeda son
interceptados por la policía italiana en agosto de 2000. La información que
obtienen hace referencia a futuros ataques contra EEUU mediante el uso de
aviones comerciales(6).
*Oficiales del Pentágono llevan a
cabo ejercicios de emergencia (octubre 2000) en previsión a un posible atentado
contra el edificio por medio de un avión de transporte secuestrado(7).
*La Administración Bush
pide al FBI y las agencias de inteligencia, que dejen de realizar
investigaciones que desvelen las conexiones entre su familia y la de Ben
Laden(8).
*Robin Cook, el que fuera
ministro de Asuntos Exteriores de Gran Bretaña, publica en el periódico The Guardian(9) un artículo en el que explícitamente dice que Osama Ben
Laden fue armado por la CIA ,
algo que un hombre con su trayectoria política no se habría atrevido a afirmar
de no tener argumentos suficientes.
*Colin Powell entrega a los
talibanes 43 millones de dólares(10).
*En junio de ese mismo año (tres
meses antes de los ataques) la inteligencia alemana advierte a la CIA y a Israel, que
terroristas árabes están planeando secuestrar aviones comerciales para atacar
con ellos, símbolos importantes de EEUU y la cultura israelí(11).
*Agentes del FBI confeccionan un
informe (julio 2001) que advierte de las sospechosas actividades de un grupo de
árabes, que toman lecciones de vuelo en Phoenix. En dicho informe se menciona a
Ben Laden(12).
*La inteligencia de Jordania
informa a su rey, y éste a su vez, a Washington, de una comunicación
interceptada a terroristas árabes. En dicha información se comunica que se
planea un ataque masivo contra EEUU, en el que se hará uso de aviones
comerciales secuestrados. Era verano de 2001(13).
*A principios de julio (dos meses
antes del ataque) Osama Ben Laden es tratado por enfermedad en un hospital
americano en Dubai. Allí se reúne con un oficial de la CIA que vuelve a EEUU el 15 de
julio(14).
*John Ashcroft (secretario de
justicia) ha dejado de viajar en aerolíneas comerciales debido a una amenaza de
atentado(15).
*En agosto 2001 el FBI arresta en
Boston (de donde despegarían los aviones secuestrados hacia Nueva York) a un
terrorista cercano a Ben Laden. Se sabe que ha estado instruyéndose en
lecciones de vuelo, y tiene información sobre el manejo de aviones Boeing(16).
*Vladimir Putin habría ordenado
en ese mismo agosto a los servicios de inteligencia de su país, que advirtieran
‘en los más fuertes términos’ de inminentes ataques en aeropuertos y edificios
gubernamentales norteamericanos(17).
*El Presidente Bush recibe
información (también agosto 2001) de los servicios de inteligencia, que indican
que Ben Laden podría estar planeando secuestrar aviones comerciales(18).
*Entre agosto y septiembre de
2001, según un memorando escrito por un funcionario del FBI, llamado Collen
Rowley, la oficina central del FBI ignora las advertencias urgentes y directas
de los servicios secretos franceses, sobre ataques árabes en suelo americano,
además de advertir sobre la seria oposición interna a la investigación sobre
ciertos supuestos terroristas. El memorando de Rowley usa expresiones como ‘sabotaje deliverado’, ‘bloqueo’, ‘deliberadamente frustrando’, dejando claro que el freno a las
investigaciones era deliberado desde la cúpula de mandos(19).
*A principios de septiembre de
2001, un documento interno del FBI, basado en notas de agentes en Minnesota,
muestra que el FBI había investigado e interrogado al secuestrador Zacarías
Moussaoui. Las notas de los agentes informan que el terrorista había estado
tomando lecciones de vuelo, y que podría hacer chocar un avión comercial contra
las Torres Gemelas(20).
*Un inmigrante pakistaní que
hacía poco se había matriculado en la escuela de secundaria ‘Utrecht’, de
Brooklyn, predice la destrucción de las Torres Gemelas una semana antes de
ocurrir. Tanto la policía metropolitana (NYPD) como el FBI son informados,
según la prensa. Al parecer, el muchacho, desde un aula del tercer piso de la
escuela, señala a las dos torres y dice: ‘¿Ve
usted esos dos edificios? No estarán ahí la próxima semana’. La
encargada de educación de la ciudad confirma este hecho(21).
*El 10 de septiembre de 2001, un
grupo de altos funcionarios del Pentágono ha cancelado sus planes de vuelo para
la mañana siguiente, al parecer a motivos de seguridad(22).
*El día 14 de septiembre de 2001,
los gendarmes canadienses abren el sobre sellado que el Teniente de la Armada –Vreeland- les había
entregado, y ven que allí se describen los ataques vividos tres días antes. La Armada norteamericana
desmiente la pertenencia del teniente a los servicios de inteligencia(23).
*La Administración Bush
prepara un decreto que introduciría cambios a la hora de poder acceder a los
archivos presidenciales, ‘permitiéndole
a un presidente mantener como secretos los archivos de un presidente anterior,
aún cuando dicho expresidente desee hacerlos públicos’(24).
Hasta ahora se debe esperar doce años para ello. ¿Qué tiene Bush que ocultar?
Conclusión: Demasiados indicios
para pensar que el riesgo a sufrir atentados fue infravalorado. Digamos que,
como mínimo, la indiferencia fue la base principal de la inoperancia oficial.
No sabemos lo que realmente se
oculta tras los atentados, pero lo que sí parece ser cierto es que George
Walker Bush sabía de ellos. Si así fue y los consintió habría estado ejerciendo
como Saturno hacia sus hijos, pues no sólo permitió la muerte de miles de
personas de su propia nación, sino que a raíz de los hechos comenzó una guerra
a escala planetaria que aún está en su génesis.
Para apoyar la tesis de que hubo
una mano casera hagamos memoria de un precedente oficial en cuanto a la
creación de un proyecto terrorista con sello falso…
En 1962 el Estado Mayor del
Ejército de EEUU diseñó un plan, llamado Northwoods(25), que pretendía crear las
condiciones propicias para invadir Cuba. Para ello era preciso atacar a la
población civil estadounidense, haciendo creer a la opinión pública que los
cubanos estaban detrás de los ataques.
Northwoods
Ya en 1960 el Presidente
Eisenhower había dado el visto bueno a un programa de acciones clandestinas
contra el país caribeño, cuyo único fin era propiciar un cambio de régimen,
obviamente, favorable a los intereses de Washington.
Tras el fracaso de EEUU en Bahía
de Cochino, Cuba, en 1961, los sectores de extrema derecha en el ejército
estadounidense, dolidos por el escaso apoyo prestado por Kennedy a sus acciones
contra Castro, se encaminan a preparar una serie de acciones que culminen en un
enfrentamiento armado con Cuba. Es ahí donde aparece la Operación Northwoods , que
consistía en varias opciones: atacar la base de Guantánamo, hundir algún navío
americano en aguas cubanas (poética evocación del hundimiento del Maine, con el que se justificó la guerra
con España), hacer explotar una nave de la NASA con el astronauta John Glenn a bordo,
bombardear algún país vecino de Cuba, etcétera.
Si en el pasado reciente no hubo
escrúpulos para organizar semejante conspiración por parte de las esferas militares
(con obvias implicaciones económicas) contra sus propios ciudadanos, ¿qué nos
hace pensar que cuarenta años después no habrían optado, esas mismas élites (no
olvidemos que algunas de aquellas maquiavélicas cabezas siguen en puestos de
poder), por remozar un plan semejante?
Si la Administración Bush
organizó los atentados en connivencia con los terroristas de Ben Laden (aún
agente de la CIA ),
habría vuelto a ser el padre que devora a sus hijos. Y si los atentados se
prepararon en los despachos de las élites gubernamentales y se buscó una tonta
y útil cabeza de turco, idem.
Pero en cualquiera de las
hipótesis anteriormente expuestas, sus intenciones de aprovechar una vistosa
tragedia para llevar a cabo el logro de objetivos geopolíticos y económicos, se
volverán –tarde o temprano- contra el presidente y su plétora de devoradoras
langostas.
Como puede observarse, apenas he hecho
alusión al ataque padecido por el Pentágono, centrándome por completo en lo
sucedido en Manhattan. La razón es bien sencilla: Mientras que la caída de las
Torres Gemelas es, cada vez más, motivo de arduas polémicas y numerosas
hipótesis que contradicen la versión oficial, lo que vimos en el Pentágono sólo
ofrece dudas a los ingenuos. La realidad es una sola: Allí no hubo ningún avión
comercial, como demuestra el escaso -pero determinante- material gráfico que
hay. Creer lo contrario es un acto de fe. Si la versión oficial no miente,
¿cuál es el motivo por el que varias grabaciones de video de los edificios
cercanos al Pentágono fueron inmediatamente confiscadas, vetándose su
visionado?
Los testigos se contradicen; aquellos que
tienen algún cargo representativo o administrativo en algún área gubernamental,
precisan que vieron caer un Boeing, caso del senador Mark Kirk. No ocurre lo mismo
con el testimonio aportado por los ciudadanos comunes, que en ningún momento
vieron un avión comercial, y cuya descripción es más parecida a un misil...
Sea lo que fuere, lo cierto es que hay
curiosos nombres que salen a escena: Durante las labores de extinción del fuego
del edificio pentagonal (sin restos humanos por ninguna parte), los bomberos
del condado se vieron ayudados por los del Aeropuerto Ronald Reagan de
Washington DC, a sólo unos cientos de metros de allí. Extrañamente, este
aeropuerto permaneció cerrado más de dos semanas después del atentado.
La versión oficial nos dice que el vuelo 77 de ‘American Airlines’ se
habría incrustado en una de las alas del Pentágono, que precisamente estaba en
reparación. El avión había partido del Aeropuerto Dulles, a 43 kilómetros del
centro de Washington D.C., con destino a Los Ángeles, California. Este Aeropuerto Dulles tiene el nombre en
memoria de la tenebrosa figura de John Foster Dulles.
Consecuencia de los ataques, el
25 de noviembre de 2002, Bush crea el ‘Superministerio de Seguridad’ contra el
terrorismo. Es la mayor reorganización gubernamental desde 1947. Costará más de
treinta y siete mil millones de euros y tendrá en plantilla a ciento setenta
mil empleados. Dos días después, el tenebroso Doctor Kissinger es elegido por
Bush como Jefe de la
Comisión Investigadora del 11-S. Parece una broma de mal
gusto, pero es cierto.
Inesperadamente, el 13 de
diciembre de 2002, Kissinger dimite de su puesto en la comisión, evitando así
que se supiesen las fuentes de su patrimonio, y sus enlaces con las grandes
corporaciones económicas.
Las asociaciones de defensa de
los derechos humanos ya habían protestado, inútilmente, por la elección de
Kissinger, cuyo historial delictivo tiene más sangre derramada que la de las
víctimas de los atentados de las Torres Gemelas. Finalmente, la dimisión de
Kissinger fue aceptada ‘con pesar’
por el presidente Bush.
Kissinger
Nacido en mayo de 1923, el doctor
Kissinger, judío sionista, es el modelo perfecto del conspirador: Supervisa,
alienta, induce desde la sombra(26).
Por cierto, aunque no lo crean, a Kissinger se le otorgó el Premio Nobel de la Paz en 1973.
El libro escrito por Christopher
Hitchens, Los crímenes del señor
Kissinger(27) menciona, en
base a archivos oficiales ya desclasificados, la intervención del doctor en las
conversaciones de paz de los dos bandos enfrentados en Vietnam (norteños y
sureños), 1968, que se llevaban a cabo en París, por las que la guerra
prosiguió, y el contrincante del republicano Lyndon B. Johnson salió derrotado
en las urnas.
Durante esa prolongación de la
guerra fallecieron treinta mil estadounidenses, ochenta y seis mil vietnamitas
del sur y cuatrocientos cuarenta y cinco mil vietnamitas del norte. Henry
Kissinger boicoteó aquellas conversaciones parisinas en la alegre compañía de
John Negroponte, actual Director
Nacional de Inteligencia.
El periodista Thierry Meyssan
dice de Kissinger, respecto de su influencia sobre la política exterior
norteamericana: ‘El viejo Henry
Kissinger, antiguo secretario de Estado y supervisor de todas las acciones
clandestinas de los servicios secretos norteamericanos de 1969 a 1976, es la figura
tutelar, el inspirador de los ‘halcones’(28).
La doctrina fijada por W. Bush
tras los rentables atentados del 11 de septiembre seduce a medio mundo y aterra
al otro medio. Atentados que son la excusa perfecta para la violación de las
garantías procesales y los más esenciales derechos civiles en el interior y
exterior de EEUU, así como para tratar de firmar la defunción de la ONU. (¿O estaba ya muerta?) Y
entonces se resucitó el concepto de ‘guerra preventiva’(29).
(1)Thierry
Meyssan, La Gran Impostura , La esfera de los libros, (2002)
(2)The Toronto Star, 23 octubre 2001.
(3)CNN, ABC, Los Ángeles Times y New York Times.
(4)Según
aparece en la obra de Bruno Cardeñosa 11-S,
Historia de una infamia, al menos 5 de los 19 supuestos terroristas que
aparecen en las listas de acusados del FBI, estarían aun con vida.
(5)Financial Times.
(6)Los Ángeles Times, 29 de mayo de 2002.
(7)The Mirror, 24 de mayo de 2002.
(8)Según
el periodista Greg Palast de la BBC , 7 de noviembre
2001.
(9)‘The struggle against
terrorism cannot be won by military means’, The
Guardian, 8 de julio de 2005. Cook fallece el 6 de agosto del mismo
año. Había dejado su sillón en el ministerio en 2001, pasando a ser el Líder de
la Cámara de
los Comunes, puesto al que renunció el 17 de marzo de 2003 como protesta por la
política invasora de su jefe, el Primer Ministro Tony Blair. Tres días después
de su renuncia se invadía Irak. Lo cierto es que el fallecido político poseía
una cierta calidad ética que le llevó a oponerse públicamente a sus compañeros
políticos, sobre todo a Tony Blair, a quien acusó de falsear datos que
justificasen la invasión de Irak.
(10)Los Ángeles Times, 22 de mayo 2001.
(11)Frankfurter Allgemeine
Zeitung, 14
septiembre 2001.
(12)The New York Times, 14 de mayo 2002.
(13)International Herald Tribune, 21 de mayo
2002.
(14)Le Figaro, 31 de octubre 2001.
(15)CBS, julio de 2001.
(16)Agencia Reuters, 13 septiembre 2001.
(17)Según
MSNBC durante una entrevista al
presidente ruso, 15 de septiembre de 2001.
(18)CBS y CNN, mayo de 2002.
(19)Associated Press, 21 de mayo de 2002.
(20)Newsweek, 20 de mayo 2002.
(21)The Journal News, 11 octubre 2001.
(22)Newsweek, 24 septiembre 2001.
(23)The Toronto Star, 23 de octubre 2001.
(24)The Washington Post, 1 de noviembre
2001.
(25)La
consulta de los documentos desclasificados de Operación Northwoods puede llevarse a cabo a través de numerosas
páginas; he aquí dos: asile.org/citoyens/numero13/northwoods/index_es.htm o en
sourcewatch.org/wiki.phtml?title=Operation_Northwoods
(26)El
rotativo The
Chicago Sun Times, 14 de septiembre de 1974, lo acusa de ser el responsable
del golpe militar de Pinochet en Chile, 1973.
(27)Christopher Hitchens, Juicio a Henry Kissinger, Editorial Anagrama, (2002)
(28)Thierry
Meyssan, La Gran Impostura. Se denomina ‘halcón’ a los estrategas más conservadores, radicales y
belicistas de la política estadounidense e israelí.
(29)Así
lo expuso Bush en un discurso el 1 de junio de 2002 en la academia militar de
West Point. Estrategia preventiva de guerra que se recoge de manera oficial en
el documento ‘The National Security Strategy’, 17 de septiembre de 2002, en el
que se advierte claramente a los estados
canallas (rogue states), que EEUU
no permanecerá impasible ante su odio hacia la libertad y la paz.
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