14
noviembre 1954.
¡Medias
de seda para mujeres de Marte! Mientras la campesina Rosa Lotti atravesaba un
pequeño bosque en la localidad de Poggio d’Ambra (Arezzo), habría sido abordada
por dos “hombrecillos” no más altos de un metro, vestidos de forma extraña. Los
dos, que se parecían a los gnomos de Blancanieves y que hablaban un lenguaje
incomprensible, habrían quitado a la mujer, siempre con la sonrisa en los
labios, un ramo de flores y un par de medias negras de seda, que ella llevaba
en las manos. Cerca, con la puerta abierta, les estaba esperando un curioso
aparato con forma de doble cono, pegados por la base. Todo esto consta en la
denuncia presentada a los carabinieri
por parte de la señora Lotti, la cual sostiene que se trata de marcianos, y
jura, como los protagonistas de otros eventos análogos, que podrían explicarse
como consecuencia de la autosugestión, que la increíble historia es real de
principio a fin.
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